Un equipo de investigadores liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) visitó un laboratorio de investigación de virus en la ciudad central china de Wuhan y se reunió con una destacada viróloga en el lugar, en el marco de su búsqueda de pistas sobre los orígenes de la pandemia de COVID-19.
Los expertos pasaron unas 3 horas y media en el fuertemente custodiado Instituto de Virología de Wuhan, que ha estado en el centro de algunas teorías conspirativas que afirman que una fuga en el laboratorio causó el primer brote de coronavirus en la ciudad a finales del 2019.
“Extremadamente importante reunión hoy con personal del WIV, incluida la doctora Shi Zhengli. Discusión abierta y franca. Preguntas claves fueron realizadas y respondidas”, dijo en Twitter Peter Daszak, miembro del equipo.
Shi, una reconocida investigadora de virus que se ha concentrado por largo tiempo en los coronavirus de murciélagos -lo que le ha merecido el apodo de “mujer murciélago”- fue una de las primeras en aislar el año pasado el nuevo coronavirus que causa el COVID-19.
La mayoría de los científicos, incluida Shi, rechaza la hipótesis de una filtración del laboratorio. Sin embargo, algunos especulan que un virus capturado de la naturaleza podría haberse utilizado en experimentos de laboratorio para probar los riesgos de un contagio humano y luego se escapó a través de un miembro del personal infectado.
“Muy interesante. Muchas preguntas”, dijo Thea Fischer, académica danesa y miembro del equipo, desde su auto cuando salía del laboratorio, en respuesta a una pregunta sobre si el grupo había encontrado algo.
Algunos científicos han pedido a China que haga públicos los detalles de todas las muestras de coronavirus estudiadas en el laboratorio, para ver cuál se parece más al SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad respiratoria.
La OMS, que ha tratado de gestionar las expectativas de la misión en Wuhan, ha dicho que sus miembros se limitarían a las visitas organizadas por sus anfitriones chinos y no tendrían contacto con miembros de la comunidad, debido a las restricciones sanitarias.
Aunque el nuevo coronavirus que desencadenó la pandemia se identificó por primera vez en Wuhan, Pekín ha tratado de poner en duda la noción de que se originó en China, apuntando a alimentos congelados importados como posible conducto.