La economía de Estonia, la que era “estrella” entre los tres países bálticos y líder en innovación, encuentra dificultades para evitar la actual recesión y expertos consultados por EFE advierten además de una caída del potencial del país que permita su inmediata recuperación.
Además de registrar un mayor crecimiento y mejores salarios, Estonia es también el lugar donde sus empresarios inventaron Skype y el sistema global de transferencia de dinero Transferwise (ahora Wise), su administración está altamente digitalizada y su sistema de residencia electrónica también se ponen como ejemplo.
Sin embargo, el PBI de Estonia ha caído durante varios trimestres consecutivos: un 2.5%, un 3.2% y un 2.9% interanual en el tercero, segundo y primer trimestre, respectivamente.
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Según Statistics Estonia, en septiembre la producción industrial a precios constantes disminuyó un 12.5% internanual.
“El PBI de Estonia se ha contraído en la comparación intertrimestral desde principios del año pasado y en 2023 la economía estará ya en recesión por segundo año consecutivo”, dijo a EFE Tonu Mertsina, economista de Swedbank en Estonia.
Agregó que “el volumen de producción manufacturera lleva cayendo desde junio del año pasado” y que “la proporción de empresas industriales, afectadas por una demanda insuficiente ha aumentado hasta el 82%, la mayor entre los países vecinos”.
“Aproximadamente un tercio del descenso en los nueve primeros meses de este año vino de la industria maderera. Además, la caída en la producción de materiales de construcción y productos metálicos, en el volumen de las industrias electrónica, química y del mueble han contribuido en mayor proporción al retroceso del volumen de producción manufacturera”, precisó.
Por su parte, Lenno Uusküla, economista del Luminor Bank de Estonia, señala en un reciente estudio que “está especialmente claro que las perspectivas económicas de la zona euro y los países nórdicos se han ensombrecido durante el verano”, lo que “constituye una parte sustancial de las razones que han retrasado por un año la recuperación económica de Estonia”.
“Ha habido muy poca inversión en el desarrollo de la producción y los servicios durante casi un año. Si acaso, los hogares y las empresas buscaban formas de ahorrar energía o instalaban paneles solares. Aunque estas actividades fueron preparativos muy importantes para hacer frente a una posible crisis energética, contribuyeron poco al desarrollo de capacidades”, señala.
Advierte de que “si el nivel de inversiones se mantiene bajo durante un año, el potencial de crecimiento de Estonia también disminuirá”.
“La confianza económica general ha seguido deteriorándose. Las empresas industriales estiman que su competitividad ha empeorado sustancialmente, y esto puede limitar la recuperación de la producción y la exportación cuando la demanda empiece a mejorar. Esperamos que la demanda exterior empezará a repuntar el año que viene, pero será muy lento”, coincide Mertsina.
Morten Hansen, director del Departamento de la Stockholm School of Economics en Riga, declaró a EFE que las tres economías bálticas parecen ir por el mismo camino.
“Puede que Letonia no esté en recesión, pero sólo por un margen escaso. Como (casi) siempre, no hay grandes diferencias entre las tres en términos de desarrollo real”, señala.
Algunos dicen que Letonia logra un crecimiento por encima de cero sólo gracias a RailBaltica, donde se están realizando grandes obras de construcción del enlace ferroviario entre los tres países bálticos y Europa occidental, agrega.
El único aspecto en el que Letonia puede estar superando a Estonia es en los precios al consumo, que subieron un 2.1% interanual en octubre, frente al 4.9% de Estonia.
Los tres países bálticos llevan varios meses con tasas de inflación de un solo dígito, aunque también reflejan el “efecto base” de la inflación de dos dígitos de principios de 2023 y el año pasado.
En cuanto a Estonia, Uusküla escribe que “no se prevé que el crecimiento del próximo año supere el 0%”, pero añade que “no obstante, se espera un 2025 más optimista”.
“Las recesiones siempre terminan. Para entonces, la zona euro habrá reiniciado su motor de crecimiento, las subidas de precios se habrán atenuado y los tipos de interés seguirán una tendencia a la baja”, indica.
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