Una gran proporción de los pacientes con cáncer vacunados que desarrollan una infección avanzada por COVID-19 requieren hospitalización, según datos recogidos por la Sociedad Americana de Oncología Clínica.
Los investigadores estudiaron a 231 personas que sufrieron infecciones intercurrentes mientras recibían tratamiento contra el cáncer o en el plazo de un año tras el mismo. Los pacientes habían recibido al menos una dosis de una vacuna de Pfizer-BioNTech, Moderna o Johnson & Johnson.
La mayoría de los casos de avance se produjeron más de seis meses después. Entre los pacientes con tumores sólidos no metastásicos y con infecciones avanzadas, casi el 20% fueron hospitalizados.
Las tasas de hospitalización de los pacientes con cáncer de la sangre con avance de COVID-19 oscilaron entre el 32% y 56%.
“El hecho de que la mayoría de las infecciones por SARS-CoV-2 se produzcan seis meses o más después de la vacunación sugiere una disminución de la eficacia de la vacuna a lo largo del tiempo que podría verse afectada por dosis más”, señalaron los investigadores.