Los ensayos clínicos sobre la seguridad y eficacia de la vacuna contra el COVID-19 de la compañía de estadounidense Novavax comenzaron en Estados Unidos y México, anunciaron los Centros Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, que los financian parcialmente.
Un ensayo similar -llamado fase 3- para la misma vacuna denominada NVX-CoV2373, está en marcha en el Reino Unido, donde se han reclutado alrededor de 15,000 voluntarios.
Estos nuevos ensayos abarcarán a unos 30,000 voluntarios mayores de 18 años. Dos tercios de los participantes recibirán la vacuna y un tercio un placebo. Nadie sabrá, durante la duración de la prueba, qué contenía la inyección que recibió.
“El lanzamiento de este estudio -la quinta vacuna candidata probada en un ensayo de fase 3 en Estados Unidos- demuestra nuestra determinación de poner fin a la pandemia mediante el desarrollo de varias vacunas seguras y eficaces”, dijo el eminente inmunólogo estadounidense Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y Alergias (NIAID), parte de los NHC.
El objetivo es que al menos el 25% de los participantes del ensayo en Estados Unidos y México tengan 65 años o más, de acuerdo al comunicado.
También, se pondrá énfasis en reclutar personas más expuestas al COVID-19 (afroestadounidenses y de la comunidad hispana en particular), o que presenten factores de riesgo (obesidad, diabetes, etc.).
La vacuna se toma en dos dosis con tres semanas de diferencia. Se puede almacenar entre 2° C y 8° C, lo que podría facilitar su distribución. Su temperatura de almacenamiento es muy superior a la requerida para las dos vacunas ya autorizadas, las de Pfizer-BioNTech y de Moderna.
Estos dos últimos antivirales se basan en una nueva tecnología, el ARN mensajero, mientras que el de Novavax es una vacuna con proteína recombinante, que consiste en una “forma estabilizada de la proteína Spike”.