El presidente Donald Trump intensificó su guerra contra las compañías de redes sociales al firmar un decreto el jueves que impugna las protecciones de responsabilidad que han servido como base para los discursos sin limitaciones a través de internet.
Aun así, sus acciones lucen más como un acto político que funcional, ya que el presidente pretende arengar a sus simpatizantes después de arremeter contra Twitter por colocar avisos de verificación de datos en dos de sus tuits.
Trump dijo que las alertas fueron “decisiones editoriales” por parte de Twitter y significaban activismo político. Añadió que eso debería costarles a estas compañías sus protecciones en contra de demandas relacionadas a lo que se publica en sus plataformas.
Trump y sus aliados, que dependen en buena parte de Twitter para atacar a sus rivales, desde hace tiempo han acusado a las principales compañías tecnológicas de Silicon Valley de estar en contra de los conservadores en las redes sociales al colocar avisos de verificación de datos o re-mover por completo sus publicaciones.
“Estamos hartos”, dijo Trump, asegurando que el decreto defendería la libertad de expresión.
La medida instruye a dependencias del ejecutivo a solicitar a agencias normativas independientes, como la Comisión Federal de Comunicaciones y la Comisión Federal de Comercio, que estudien si pueden imponer nuevas regulaciones a estas compañías, aunque los expertos han expresado dudas sobre qué tanto se puede lograr sin la intervención del Congreso.
Prácticas comerciales
Previamente, Trump había dicho que instruyó al fiscal general William Barr para que trabaje con los estados para hacer cumplir las leyes contra lo que describió como prácticas comerciales enga-ñosas de las empresas de redes sociales.
El mandatario, hablando con reporteros en la Casa Blanca, agregó que un decreto contra las compañías eliminaría el blindaje de responsabilidad del que actualmente disfrutan, y las censuró por su presunta parcialidad editorial.