El presidente Donald Trump cambio su retórica y animó el martes a los estadounidenses a usar una máscarilla si no pueden mantener la distancia con las personas a su alrededor, en un esfuerzo por frenar la propagación del coronavirus.
En su primera sesión informativa centrada en la pandemia en meses, Trump dijo a periodistas en la Casa Blanca que la situación por el virus probablemente empeorará antes de mejorar, en un reconocimiento de cuán grave se ha vuelto el problema.
Trump, que minimizó el virus en sus primeras etapas y se ha centrado en reabrir la economía en los últimos meses a pesar de un aumento en los casos, se había mostrado reacio a usar una mascarilla en público.
El republicano la usó por primera vez en público durante una visita reciente a un hospital militar.
El uso de mascarillas se ha convertido en un tema político y algunos partidarios de Trump dicen que obligarlos a utilizarlas infringiría sus libertades.
A medida que los casos de coronavirus se disparan en todo el país, incluso en estados políticamente importantes como Florida, Texas y Arizona, el presidente está cambiando su tono para tratar de controlar la cantidad de casos, mientras lucha por la reelección contra el demócrata Joe Biden, quien lidera las encuestas antes de los comicios del 3 de noviembre.
"Le estamos pidiendo a todos que cuando no puedan distanciarse socialmente, usen una mascarilla (...) Guste o no, la mascarilla tiene un impacto, tendrá un efecto", dijo Trump.
El mandatario dijo que se estaba acostumbrando a las mascarillas y que las usaría cuando esté en grupo o en un ascensor.
"Lo usaré con mucho gusto", sostuvo. "Cualquier cosa que potencialmente pueda ayudar... es algo bueno".
El presidente también instó a los jóvenes estadounidenses a evitar bares llenos de gente donde el virus podría propagarse. (Editado en español por Javier López de Lérida y Rodrigo Charme)