Janet Yellen, secretaria del Tesoro estadounidense, advirtió el viernes que Estados Unidos podría caer en una recesión y “causar una crisis financiera global” si no cumple los pagos, mientras el Congreso se prepara para un enfrentamiento sobre el límite de aumento de deuda.
Los comentarios de Yellen a la cadena CNN desde Senegal llegan mientras el Tesoro estadounidense comenzó a tomar “medidas extraordinarias” esta semana para evitar un incumplimiento de pagos, cuando el país alcanzó el techo de deuda de US$ 31.4 billones.
Sin embargo, estas medidas solo ayudan por un tiempo limitado, probablemente por menos de seis meses, según el Tesoro.
Yellen indicó que el día en que el Tesoro no pueda ser capaz de hacer uso de estas medidas es “bastante incierto”, y podría suceder tan pronto como en junio.
Si las medidas se agotaran y el Congreso fracasa en elevar el límite de deuda, Estados Unidos podría ver “como mínimo” una degradación de su deuda, dijo Yellen.
“Si eso pasara, nuestros costos de préstamo aumentarían y cada estadounidense vería que sus costos de préstamo también lo harían”, añadió.
“Además de eso, fracasar en el pago de los deberes, sea con los compromisos hacia tenedores de bonos, beneficiarios de seguridad social o el ejército, indudablemente causaría una recesión en la economía de Estados Unidos y podría causar una crisis financiera global”, advirtió.
Un escenario como ese además socavaría el papel del dolar como moneda de reserva usada en transacciones a nivel global.
La primera economía del mundo se prepara para una ardua batalla en el Congreso, con los republicanos amenazando bloquear el habitual aumento anual del techo de la deuda.
Con el nuevo control de la Cámara de Representantes tras las elecciones de medio término, los republicanos quieren que el presidente demócrata acepte recortar el gasto gubernamental, que consideran se ha elevado hasta alturas insostenibles.
Sin embargo, la Casa Blanca dice que recortes como los propuestos por los republicanos exigen programas sensibles de seguridad social y gasto militar, o implican nuevos y mayores impuestos.
Añadió que Biden no negociaría con el ala más radical de los republicanos por su oposición “arriesgada y peligrosa” a incrementar el préstamo para programas que el Congreso ya autorizó.