Un inminente cierre del Gobierno estadounidense amenaza la economía, pero probablemente no perjudicará la calificación de la deuda soberana del país, dijo Joydeep Mukherji, director general de S&P Global Ratings.
A diferencia de lo ocurrido con el estancamiento por el techo de la deuda del Gobierno estadounidense este año, “un cierre no aumenta el riesgo de un evento de default”, dijo Mukherji en un correo electrónico. “Afectaría la actividad económica, pero no es probable que tenga un impacto en la calificación soberana”.
Si el cierre comienza el 1 de octubre, S&P espera que “el Gobierno federal continúe brindando servicios esenciales y cumpliendo con sus compromisos de gasto (incluido el pago del servicio de la deuda) que no dependen de asignaciones presupuestarias anuales del Congreso”, dijo Mukherji.
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En marzo, cuando se avecinaba el último enfrentamiento por el techo de la deuda, S&P Global Ratings dijo en un comunicado que “podría rebajar la calificación en los próximos dos o tres años si inesperados acontecimientos políticos negativos afectan la fortaleza de las instituciones estadounidenses y la eficacia de la formulación de políticas a largo plazo o ponen en peligro el estatus del dólar como principal moneda de reserva del mundo”.
En ese momento, S&P reafirmó las calificaciones de deuda soberana no solicitadas a largo plazo en “AA+” y a corto plazo en “A-1+” para Estados Unidos. La perspectiva de la calificación a largo plazo se mantuvo estable.
Esta semana, Moody’s, la única gran agencia de calificación que mantiene a Estados Unidos como crédito Triple A señaló que un cierre “pondría de manifiesto la debilidad de la fortaleza institucional y de gobernanza de Estados Unidos en relación con otras deudas soberanas con calificación Aaa”.
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