La economía estadounidense goza de buena salud y muestra pocos indicios de una recesión inminente, y puede soportar tasas de interés más altas, afirmó el presidente de la Reserva Federal (Fed) de San Luis, James Bullard.
Los mercados financieros están dando señales de que una recesión económica podría llegar en algún momento del próximo año, mientras los estadounidenses lidian con la inflación más alta en cuatro décadas y la Fed eleva los costos de los préstamos.
Pero Bullard dijo que el banco central no tendría que llevar a la economía a una recesión o aumentar significativamente el desempleo para reducir la inflación a su objetivo de 2%.
“Ahora tenemos mucha inflación, pero la pregunta es: ¿podemos volver a 2% sin trastocar la economía? Creo que sí”, manifestó.
El optimismo de Bullard coincide con una serie de aumentos en las tasas de interés por parte de la Fed, que pretende combatir la mayor inflación de Estados Unidos en 40 años.
Las tasas más altas limitan la capacidad de los consumidores y las empresas para pedir préstamos y gastar, lo que puede enfriar el crecimiento y la inflación. Pero también conllevan el riesgo de que la economía caiga en una recesión.
Los precios al consumidor subieron 8.6% en mayo en comparación con hace un año, y el informe de inflación del gobierno del miércoles podría mostrar que ha subido.
Bullard también dijo que actualmente apoya un aumento de 0.75 puntos porcentuales en la tasa de interés referencial a corto plazo de la Fed en su próxima reunión de este mes. Esa tasa de interés se encuentra actualmente en un rango de entre 1.5% y 1.75%, tras una subida de 0.75 puntos porcentuales en su reunión de junio, la mayor desde 1994.
Riesgo de cambios “abruptos”
Por su parte, la presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George, fue más cautelosa y afirmó que cambios más rápidos de lo esperado en la tasa de fondos federales podrían estresar la economía y los mercados financieros, por lo que son preferibles aumentos constantes y bien comunicados en el actual entorno incierto.
“Este ya es un ritmo históricamente rápido de aumentos de tasas para que los hogares y las empresas se adapten, y los cambios más abruptos en las tasas de interés podrían crear tensiones, ya sea en la economía o en los mercados financieros”, dijo.
George también disintió con el aumento mayor al anticipado de tres cuartos de punto porcentual de la tasa de la Fed en junio.
“Me parece notable que solo cuatro meses después de comenzar a subir las tasas, haya una creciente discusión sobre el riesgo de recesión, y algunos pronósticos predicen recortes en las tasas de interés tan pronto como el próximo año”, indicó.
Agregó que tales proyecciones le sugieren que un rápido ritmo de aumento de las tasas acerca el riesgo de endurecer la política monetaria más rápido de lo que la economía y los mercados pueden ajustar.