La productividad de Estados Unidos se desplomó por segundo trimestre consecutivo en medio de la contracción de la economía, lo que provocó otro aumento en los costos laborales que podría mantener la inflación elevada.
La productividad, o la producción por hora de los empleados de empresas no agrícolas, disminuyó a una tasa anual de 4.6% en el segundo trimestre después de caer a un ritmo de 7.4% en los tres meses anteriores, según datos publicados el martes por el Departamento del Trabajo.
Se trata de las lecturas consecutivas más débiles en datos que se remontan a 1947. En la comparación interanual, la producción por hora registró la mayor caída de la que se tenga registro.
Con la reducción de la productividad, los costos laborales unitarios aumentaron a una tasa de 10.8% en el segundo trimestre con respecto a los tres meses anteriores. El incremento frente a un año antes fue el mayor desde 1982.
Los costos laborales son el mayor gasto para muchas empresas, por lo que estas suelen adoptar nuevas tecnologías y actualizar los equipos para que sus trabajadores sean más productivos, lo que ayuda a mitigar el impacto inflacionario de salarios más altos.
Sin embargo, los costos laborales están superando la meta de inflación del banco central en casi cinco veces en términos interanuales, lo que sugiere una presión alcista sostenida sobre los precios al consumidor y, en última instancia, hace más difícil para la Reserva Federal combatir la inflación.
La tasa de desempleo ha vuelto a caer a 3.5%, su nivel anterior a la pandemia, –igualando un mínimo de cinco décadas– y las ofertas de trabajo superan en número a los desempleados en una proporción de casi dos a uno. La competencia por trabajadores ha alimentado un aumento en los salarios en todas las industrias, especialmente entre trabajadores de bajos ingresos. Si bien la compensación por hora se elevó en el trimestre, cayó un 4.4% sobre una base ajustada por inflación.
Pero el mercado laboral es un punto positivo en un panorama económico que, por lo demás, es cada vez más oscuro. Una inflación en máximos de varias décadas ha afectado el gasto de los consumidores y ha dado lugar a agresivas medidas de política monetaria de la Fed para frenarla.
Si bien las tasas de crecimiento de la productividad pueden ser extremadamente volátiles en los ciclos comerciales normales, la pandemia y la posterior recuperación en los últimos dos años han hecho que las cifras sean aún más propensas a grandes fluctuaciones. Es probable que tome algún tiempo establecer la tendencia subyacente en la productividad a raíz de la pandemia, pero si se ha reducido permanentemente, podría haber repercusiones duraderas para el bienestar de la economía a largo plazo.
La producción empresarial no agrícola medida por este informe, que representa alrededor del 75% del producto interno bruto, cayó un 2.1%. La economía, medida por el PBI, se contrajo por segundo trimestre consecutivo, luego de que la elevada inflación mermara el gasto de los consumidores y las alzas de tasas de interés de la Fed obstruyeran el comercio y la vivienda.
Las horas trabajadas, el otro factor en los cálculos de productividad, aumentaron un 2.6%. Eso fue la mitad del ritmo del trimestre anterior.