Por Anna Edney
A medida que el resto de Estados Unidos regresaba a algo parecido a la vida normal, los padres de niños menores de 5 años se sentían un poco abandonados. Los adultos han tenido acceso a las vacunas durante más de un año.
Pero sin vacunas aprobadas para nuestros hijos, cosas como las vacaciones, las fiestas de cumpleaños o comer en un restaurante aún conllevan niveles adicionales de riesgo.
A menudo me preocupo por la única cosa que no podemos permitirnos evitar: la guardería. Mi hija de dos años y sus compañeritos no usan tapabocas allí, así que estaré más tranquila cuando sepa que tiene la capa de protección que ofrece una vacuna.
Esa espera podría estar llegando a su fin.
Asesores de Estados Unidos analizarán esta semana dos vacunas contra el COVID para niños de 6 meses a 5 años, lo que permitiría que lleguen a los consultorios pediátricos a fines de mes.
Un panel de asesores externos compuesto por académicos y profesionales médicos discutirá las vacunas de Moderna y Pfizer para niños pequeños el miércoles (la vacuna de Pfizer ya está disponible para niños mayores de 5 años).
Ambas vacunas son seguras y efectivas, dijo personal de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) en documentos informativos publicados antes de la reunión del panel.
Pero las vacunas se basan en diferentes dosis y tiempos, lo que hace que la discusión sea particularmente interesante para los padres que sopesan qué definición de vacunación completa ofrece la mejor protección y qué puede deparar el futuro para las vacunas de refuerzo. Moderna estudió dar dos dosis de su vacuna a los niños, mientras que Pfizer analizó una estrategia de tres dosis.
En los ensayos de ambas vacunas no hubo casos de una afección cardíaca peligrosa llamada miocarditis, que se ha presentado en escasas ocasiones, particularmente entre adolescentes y adultos jóvenes.
Uno de los conceptos erróneos más persistentes de la pandemia ha sido que los niños no se ven afectados por el COVID.
Sin embargo, en una evaluación de los datos de Pfizer, la FDA dijo que las tasas de hospitalización entre los niños pequeños son más altas que las de los niños mayores y comparables a las de los adultos jóvenes, lo que resalta la urgencia de contar con vacunas para los niños más pequeños.
El COVID largo también puede afectar a los niños. Todavía no se sabe si la vacunación puede ayudar a prevenir el COVID largo, pero evitar la infección ciertamente ayuda. Los niños también enfrentan una condición inusual y a veces mortal que resulta de una exposición a COVID llamada síndrome inflamatorio multisistémico en niños, o MIS-C, que las vacunas pueden ayudar a evitar.
Pfizer dice que su régimen de tres dosis para los más jóvenes podría evitar 169,108 casos de COVID por millón de dosis y 3,416 hospitalizaciones por millón de dosis durante algo similar a una ola de ómicron.
Según los datos, es probable que el panel asesor de la FDA recomiende que la agencia autorice las vacunas. La Administración Biden ha dicho que prevé que las vacunas estarán disponibles a partir del 21 de junio.