La Reserva Federal (Fed) seguirá adelante con sus planes de subir las tasas de interés este mes para tratar de controlar la alta inflación, pero el estallido de la guerra en Ucrania ha hecho que el panorama sea “muy incierto”, dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell.
En comentarios preparados para su testimonio ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Powell reiteró la narrativa central de la Fed de que la alta inflación y un mercado laboral “extremadamente ajustado” justifican el alza de las tasas.
“Esperamos que sea apropiado elevar el rango objetivo de la tasa de fondos federales en nuestra reunión de este mes”, dijo Powell, que agregó que la Fed llevará adelante este año reducciones de su cartera de activos respaldados por el gobierno de aproximadamente US$ 8.5 billones.
Pero en su declaración inicial, Powell no dio ninguna pista sobre la velocidad del ritmo de alza de tasas. Agregó que los funcionarios de la Fed todavía esperan que la inflación se reduzca a finales de este año, y enmarcó el inicio y la conclusión de sus comentarios con los acontecimientos que se desarrollan en Ucrania.
El impacto de la pandemia del coronavirus en la economía parece estar disminuyendo, dijo, la contratación sigue siendo fuerte, y la inflación ha surgido como el riesgo principal.
La inflación “está ahora muy por encima de nuestro objetivo a largo plazo del 2%. La demanda es fuerte, y los cuellos de botella y las restricciones de la oferta están limitando la rapidez con la que la producción puede responder”, sostuvo el jefe de la Fed.
Añadió que esas interrupciones de la oferta habían sido “mayores y más duraderas de lo previsto”, y reafirmó la promesa de la Reserva Federal de ser tan estricta como sea necesario para que los precios vuelvan a su cauce.
Aunque se espera que algunas de esas presiones inflacionarias se reduzcan a lo largo del año, “estamos atentos a los riesgos de posibles presiones alcistas adicionales”.
Powell también reconoció la nueva complejidad que enfrenta la Fed por los acontecimientos en Europa, que tienen el potencial tanto de aumentar las presiones sobre los precios como de socavar el crecimiento.
“Los efectos a corto plazo sobre la economía estadounidense de la invasión de Ucrania, la guerra en curso, las sanciones y de los acontecimientos que se avecinan, siguen siendo muy inciertos. Tendremos que ser ágiles para responder a los datos entrantes y a la evolución de las perspectivas”, señaló.