Las expectativas de los consumidores estadounidenses sobre dónde estará la inflación dentro de uno y tres años cayeron drásticamente en julio, mostró una encuesta de la Reserva Federal (Fed) de Nueva York, indicando que las autoridades de la Fed están ganando la batalla para mantener bien anclado el panorama de aumento de precios.
Eso se da dentro de la batalla del banco central para contener una disparada inflación.
La mediana de las expectativas sobre dónde estará la inflación en un año bajó 0.6 puntos porcentuales a 6.2% y a tres años descendió 0.4 puntos porcentuales a 3.2%, los niveles más bajos desde febrero de este año y abril del año pasado, respectivamente.
Para la perspectiva de un año, la baja en las expectativas se debió a grandes caídas en los cambios de crecimiento de los precios de la gasolina y los alimentos, siendo la disminución en el aumento anticipado del valor de la gasolina la segunda más grande en los nueve años de historia de la encuesta y la disminución en el incremento de los precios de los alimentos la mayor de la historia.
Las expectativas de inflación son una dinámica clave que las autoridades de la Fed observan de cerca, en un momento en que aumentan agresivamente las tasas de interés para contener las presiones de los precios que se encuentran en máximos de cuatro décadas. La Fed ha subido su tasa de política monetaria en 225 puntos básicos desde marzo, ya que busca que la inflación regrese a su meta de 2%.
En junio, el deterioro de las perspectivas de inflación de los consumidores fue citado por los responsables de política monetaria que impulsaron un alza de la tasa de interés de 75 puntos básicos en su reunión de ese mes. Los funcionarios de la Fed han señalado que la posibilidad de otro aumento de tasas de esa magnitud dependerá de los datos de inflación, empleo, consumo y crecimiento económico entre ahora y su próxima reunión del 20 al 21 de setiembre.
Los resultados de la última Encuesta de Expectativas del Consumidor mensual de la Fed de Nueva York brindan cierto aliento de que las cosas están mejorando pese a que se espera que la lectura de referencia de los precios al consumidor que se publicará esta semana muestre poco alivio de la inflación.
El Índice de Precios al Consumidor del Departamento de Trabajo, que se publicará el miércoles, mostraría que los precios generales aumentaron 8.7% en julio respecto al año anterior, una ligera disminución frente al mes previo ante la caída de los precios de la gasolina. Pero se prevé que otra medida clave que elimina la volatilidad de los precios de la energía y los alimentos se acelere a 6.1% anual, ante el 5.9% de junio.
La encuesta mostró también que la expectativa de crecimiento del gasto promedio de los hogares cayó por segundo mes consecutivo desde el máximo histórico de mayo, a 6.9% en julio, el nivel más bajo desde febrero. La baja de 1.5 puntos porcentuales fue la mayor en la historia de la serie y fue generalizada en todos los grupos de edad, educación e ingresos encuestados.
En el mercado laboral, las expectativas de que la tasa de desempleo será más alta dentro de un año descendió 0.2 puntos porcentuales a 40.2%, en un momento en que la probabilidad promedio percibida de perder el trabajo también experimentó un ligero descenso.
La probabilidad promedio de dejar el trabajo durante el próximo año aumentó a 19.5% en julio desde el 18.6% del mes anterior. Se considera que una alta tasa de renuncias refleja la confianza de los trabajadores en el mercado laboral.
La encuesta basada en internet de la Fed de Nueva York aprovecha un panel rotativo de 1,300 hogares y está estructurada para que se recopile una cantidad de datos aproximadamente igual cada semana del mes.