Un panel de expertos médicos estadounidenses solicitó refuerzos específicos para la variante ómicron para este otoño, conforme se anticipa cada vez más que la vacuna contra el COVID será necesaria de forma estacional, como en el caso de la influenza.
El comité, convocado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), votó 19-2 a favor de la medida tras evaluar los datos disponibles, incluyendo proyecciones sobre futuras olas de contagio y resultados tempranos de fabricantes de vacunas.
“Lo que estamos haciendo hoy es trabajar en un área muy desafiante, porque ninguno de nosotros tiene una bola de cristal”, explicó uno de los principales científicos de la FDA, Peter Marks.
Michael Nelson, panelista del comité y profesor de medicina en la Universidad de Virginia, dijo que votó “sí” por su preocupación ante una posible merma de la eficacia de la vacuna que se traduzca en consecuencias severas para pacientes de alto riesgo. “Necesitamos movernos más temprano que tarde”, dijo.
En su debate, la mayoría de expertos se mostró a favor de las nuevas inyecciones “bivalentes” que apuntan a la variante original de Wuhan y a la BA.4 y BA.5, las formas más recientes de ómicron.
Mientras “variantes de preocupación” previas como alpha y delta eventualmente se disiparon, ómicron y sus linajes posteriores han sido dominantes durante EL 2022, al punto de representar la gran mayoría de casos de COVID en el mundo, dijo Jerry Weir, funcionario del FDA.
Esto hace más probable que la futura evolución del virus ocurra durante la presencia de ómicron en el árbol genealógico del COVID.
A comienzos de mes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también recomendó el uso prioritario de refuerzos contra ómicron por encima de las variantes originales, con el objetivo de alcanzar una mayor respuesta inmune.