Nueva York presentó una propuesta de ley para establecer un salario mínimo de US$ 23,83 la hora en el horizonte del 2025 para los miles de repartidores de comida por aplicaciones, la primera de este tipo en todo el país.
Las aplicaciones actualmente consideran a los repartidores como contratistas independientes y no como empleados, por lo que no perciben un salario mínimo, reembolso de gastos, horas extras u otros beneficios como seguro médico y se les paga en promedio US$ 7,09 por hora, excluyendo propinas, indicó en un comunicado el Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador, autor de la propuesta.
La propuesta, que normalmente debería aprobarse sin oposición, supone más que triplicar esa cantidad para incluir una tasa que cubra los gastos del trabajador y otra como seguro de compensación, si un empleado se lesiona o se enferma.
“Los repartidores han hecho entregas en Nueva York una y otra vez, incluso durante la pandemia. Ahora es el momento de que Nueva York haga entregas para ellos”, indicó el alcalde Eric Adams y destacó que, de convertirse en ley, esta ayudará a garantizar un pago “más justo” y daría estabilidad a unos 60,000 trabajadores en la ciudad.
La propuesta, de ser aprobada, supone que el salario básico comenzaría de inmediato en US$ 17,87 y aumentaría hasta US$ 23,82 ajustado por inflación, cuando se incorpore por completo el 1 de abril del 2025, agrega el comunicado.
Indica además que esa tarifa debe pagarse a los repartidores tomando en cuenta el tiempo de viaje (tiempo dedicado a la entrega) y el tiempo de guardia (tiempo conectado a la aplicación, esperando una oferta de viaje).
“Sin los repartidores, muchos de nuestros restaurantes más queridos no podrían haber sobrevivido durante la pandemia”, señaló Vilda Vera Mayuga, comisionada del Departamento de Protección al Consumidor y a Trabajadores.
“Esta propuesta ayudaría a garantizar a los trabajadores de entrega de comida un salario más digno y establecería legítimamente la equidad salarial con otros trabajadores que ganan un salario mínimo”, afirmó.
El estatus de no ser empelados ni de aplicaciones ni de restaurantes dio pie a que los repartidores de comida, que en Nueva York son conocidos como “deliveristas”, un gran número de ellos emigrantes latinos, enfrentaran abusos laborales y se unieran para enfrentarlos.
Sus denuncias llevaron a que el Concejo aprobara una serie de leyes para regular la industria y protegerlos, entre ellas que el proceso para dar propinas sea más transparente, se les permita usar los baños de los restaurantes, prohibir que aplicaciones les cobren por pagarles o que les entreguen bolsas aislantes para comida sin cargo al menos cada seis meses.
De los 60,000 trabajadores que estima existen, según la ciudad, 58% tienen entre 18 y 34 años, 75% son hombres y 91% son hispanos o no blancos.
El 29% usa bicicletas eléctricas o ciclomotores y el 10% usan automóviles, además, los accidentes de tránsito son frecuentes: una treintena de estos trabajadores ha perdido la vida este año en accidentes de tránsito o tras ser agredidos para robarlos.