Algunos restaurantes de comida rápida de Estados Unidos están cerrando áreas interiores de asientos o limitando las horas de operación debido a la propagación de la variante Delta del COVID-19, según las franquicias.
McDonald’s Corp cerró de forma temporal el comedor interior en casi todas las ubicaciones de Estados Unidos a principios de 2020, pero reabrió en un 70% el mes pasado. La cadena mundial de hamburgueserías dijo el 28 de julio que estaba en camino de abrir casi al 100% antes del Día del Trabajo, salvo que se produjera un resurgimiento del COVID-19.
No obstante, la semana pasada McDonald’s instruyó a sus franquicias sobre los pasos que deberían tomar para volver a cerrar sus comedores en áreas donde la variante Delta se está extendiendo rápidamente, según materiales internos de la compañía vistos por Reuters.
“Tenemos un sentido mucho más profundo de las acciones que marcan la diferencia para la seguridad de los equipos y el personal de nuestro restaurante”, dijo el presidente de McDonald’s USA, Joe Erlinger, durante una reunión el miércoles, según los materiales.
En la teleconferencia del miércoles, los ejecutivos de McDonald’s recomendaron a las franquicias que consideren cerrar los asientos en interiores en los condados donde los casos de COVID superan los 250 por cada 100,000 personas en un promedio de tres semanas.
Los materiales no especificaron cuántos lugares han cerrado asientos en el interior o podrían hacerlo pronto.
Una franquicia de McDonald’s que opera en varias ubicaciones dijo a Reuters que tenía que prohibir los asientos en el interior de varios restaurantes. No obstante, los cierres esperados son menores que en la primavera boreal de 2020, cuando la pandemia golpeó por primera vez a Estados Unidos.
“Estamos monitoreando de cerca el impacto de la variante Delta y acordamos recientemente junto con nuestras franquicias subrayar los protocolos de seguridad existentes, reforzar nuestro enfoque de las personas primero y proporcionar actualizaciones sobre el aumento de casos en el país”, dijo McDonald’s Corp en un comunicado el viernes.
La opción de autoservicio, la comida para llevar y el reparto ayudaron a que las ventas de comida rápida aumentaran este año pese al cierre de los comedores, pero las franquicias dijeron a Reuters que las ventas aumentaron cuando se reabrieron las zonas de asiento bajo techo.
PMTD Restaurants tuvo que reducir horas en algunos de sus casi 40 restaurantes KFC y Taco Bell en Alabama y Georgia porque tenían poco personal cuando varios empleados se infectaron con COVID-19, según Bill Byrd, presidente de Restaurantes PMTD.
Eso afecta las ubicaciones de Taco Bell en particular, porque cerrar a las 20 horas en lugar de la medianoche o más tarde significa que los restaurantes pierden clientes nocturnos, que pueden representar el 20% del negocio, dijo Byrd.