La baja demanda de petróleo mantiene instalaciones de almacenaje de crudo de Estados Unidos como la de Cushing (Oklahoma) al máximo de su capacidad, por lo que el mercado de esta materia prima tiene un excedente de millones de barriles que nadie quiere o no sabe dónde almacenar.
Mañana vencen los contratos de futuros para mayo de barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), de referencia mundial junto al Brent, a precios nunca vistos.
Esto significa que aquel que tenga uno de esos contratos debe comprometerse a recoger 1,000 de esos barriles de los depósitos de Cushing, pero el problema parece ya obvio ¿Qué hace con ellos?
Cushing, donde se realizan las entregas de contratos de futuros de crudo en Estados Unidos, tiene una capacidad para 80 millones de barriles, pero según la consultora Rystad Energy, solo queda espacio para 21 millones de barriles, equivalente a dos días de producción estadounidense.
Eso llevó a que ayer el WTI llegara a una cota nunca vista: los US$ -35. Un precio negativo significa que los productores pagan a los compradores para que se lleven los barriles de crudo.
El WTI cerró este martes con una caída de 43.37% en los futuros de junio, el nuevo mes de referencia, dejando el barril a US$ 11.57, mientras que los contratos de mayo, en su último día de gestión, se recuperaron a dígitos positivos pero ya con muy escaso volumen de contratación.
Todo esto se da debido a una demanda en mínimos debido a las medidas de distanciamiento social y cierre de negocios a nivel mundial por la pandemia del Covid-19.
En opinión de Antoine Halff, investigador del Global Energy Policy de la Universidad de Columbia, la situación pone en una posición de ventaja a aquellos con capacidad de almacenamiento, mientras que el desplome de precios, cuyo regreso a la normalidad es difícil de anticipar, pone en muy difícil situación a los productores en Canadá y Estados Unidos.
"Es difícil adivinar cómo serán los nuevos hábitos de transporte, conducción y de vuelta a la normalidad en los negocios", explicó Halff.
Normalmente, el mundo consume unos 100 millones de barriles diarios, pero con la mayor parte de la economía mundial en hibernación por el coronavirus, la demanda ha caído por debajo de los 90 millones de barriles diarios, según datos de la Agencia de Información de la Energía de Estados Unidos (EIA).
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) aseguró que espera que el desajuste entre demanda y oferta se acerque a los 15 millones de barriles diarios en exceso en el segundo trimestre de este año.
Los anuncios la semana pasada de la OPEP y Rusia para recortar la producción de crudo en 10 millones de barriles diarios en mayo y junio no parecen haber estimulado a los inversores, ya que el WTI cerró este martes con una caída de 43.37% en los futuros de junio.
Según Rystad Energy, si los precios del barril de Brent (actualmente en el entorno de los US$ 30) caen por debajo de US$ 20 la industria petrolera se enfrenta a pérdidas de ingresos de cerca de 80%, un “seísmo” para la industria.