Trump tilda a sus contrincantes demócratas como socialistas que quieren destruir al país, pintándolos como radicales progresistas. Lo cierto es que entre la veintena de aspirantes demócratas muchos difieren en ideas entre sí. Entre los favoritos a lograr la domina demócrata está Joe Biden, con 30.2% de intención de voto, seguido de Elizabeth Warren con 19.8% y Bernie Sanders con 16.6%.
El favorito de comentarios incómodos: Joe Biden
Mejor conocido por haber ocupado el puesto de vicepresidente durante los gobiernos de Barack Obama (2009-2017), el demócrata de 76 años lleva más de cinco décadas en la política estadounidense, habiendo hecho su debut en 1973 como senador de Delaware. Sin embargo, su historial político resalta hoy por ser frecuentemente asociado a la popularidad de Obama, en donde dicho “brillo residual” de su tiempo junto al carismático expresidente le da cierta ventaja entre los votantes.
A pesar de esta popularidad, Joe Biden enfrenta sus propios cuestionamientos para liderar la candidatura demócrata. El primero de ellos es acerca de su propia torpeza y desatino que ha demostrado en varias oportunidades. Hace unas semanas, fue blanco de críticas al hacer una comparación entre los niños pobres y los “niños blancos” en un evento en el estado de Iowa.
Biden dijo: “Tenemos la noción de que de alguna manera si eres pobre no puedes lograrlo. Los niños pobres son tan brillantes y talentosos como los niños blancos… los niños ricos, los niños negros y los niños asiáticos”. Y aunque luego Biden se disculpó por haber formulado mal su observación, desde hace años el político ha causado controversia por sus constantes descuidos que causan controversia.
Según escribió Katy Waldman en una nota para la revista The New Yorker, Biden ha sido descrito por la prensa de su país en numerosas ocasiones como un personaje “anacrónico, efusivo e indisciplinado”. La periodista destaca, además, que lo llaman como “una fuente de declaraciones incómodas e hipérbolas”. Incluso, ha tenido su propia controversia en el movimiento “Me Too”, pues ha sido acusado de sobrepasarse con sus bromas, abrazos y besos efusivos hacia sus colegas mujeres.
Ante las acusaciones, Biden insiste que “ha aprendido la lección para controlar su efusividad”, argumentando a una “malintrepatación”, pues dice que las normas sociales están cambiando. “Lo entiendo y he escuchado a estas mujeres. La política para mí ha sido siempre cuestión de conectar, pero seré más consciente de respetar el espacio personal en el futuro”, dijo.
En el plano económico, Biden promete que la economía favorezca a la clase media estadounidense, y no tanto a los ricos. El demócrata cuenta con popularidad entre la clase obrera debido a su estilo más pragmático, y es menos radical en sus propuestas a comparación de las formulaciones políticas de otros candidatos demócratas como Bernie Sanders, quien propone universidades subsidiadas por el gobierno, y Elizabeth Warren, quien quiere una educación sin endeudamiento, describe el periodista de la Associated Press, Zeke Miller.
Elizabeth Warren, la candidata de los planes
Senadora por Massachusetts y abogada, Elizabeth Warren hizo el salto político desde una carrera prominente como académica especializada en derechos de quiebras y sus investigaciones sobre la crisis de hipotecas en Estados Unidos. Sus libros e investigaciones sobre cómo las familias de la clase media terminan en quiebras económicas y sobre cómo afrontar las crisis de las hipotecas, tomaron relevancia luego de las crisis financiera del 2008, tema que la hizo sobresalir y ser parte de las comisiones del gobierno.
Muchos la comparan con Hillary Clinton, con quien comparte la vocación de abogada, pero, en realidad, Warren destaca por su discurso bastante progresista, directo y de centro izquierda. En varias ocasiones cuenta la anécdota de su familia, de cómo su madre se hizo cargo de ella y sus hermanos con un suelo mínimo en las tiendas Sears luego de que su padre sufriera un ataque al corazón. Hoy dice que un sueldo mínimo estadounidense no alcanzaría para que una familia salga de la pobreza.
Warrren también ha tenido sus propias controversias, la más conocida fue al inicio de su postulación, cuando dijo que contaba con herencia de nativos americanos, lo que fue motivo de burla hasta del propio Donald Trump, quien la llamó “Pocahontas”. La senadora pidió disculpas luego de que sus pruebas de ADN demostraran que no tenía un enlace con el pueblo de los Cherokees y recientemente, aceptó que se había equivocado y que “ha escuchado y aprendido mucho de las conversaciones con los nativos americanos”.
Si bien Warren ocupa en muchas de las encuestas el primer lugar, venciendo a Joe Biden para obtener la nominación del partido demócrata, hay que resaltar que su discurso se alinea con ideas más progresistas que la hacen posicionarse como contrincante del veterano líder socialdemócrata de ideas de izquierda, Bernie Sanders.
La senadora por Massachusetts ha advertido de que otra crisis financiera podría devastar a Estados Unidos, por lo que propone un plan que “podría evitarlo”. "Ya sea este año o el próximo, las probabilidades de otra recesión económica son altas y crecientes", escribió Warren en un ensayo online, en donde además opina que el aumento de las deudas familiares y corporativas, así como la recesión en el sector manufacturero contribuyen a que ocurra una crisis financiera.
De hecho, la campaña de Warren se ha caracterizado por su slogan “I have a plan for that” (“Tengo un plan para esto”). Es así que ha propuesto un plan para controlar Wall Street y para reparar la economía de EE.UU. Propone monitorizar y reducir los préstamos corporativos apalancados. "Advertí de un colapso económico años antes de la crisis de 2008, pero la gente en el poder no hizo caso", escribió la candidata. Además, se ha dirigido directamente a Donald Trump, administración a la que culpa de crear caos económico con la guerra comercial con China.
Bernie Sanders, el que quiere eliminar los préstamos estudiantiles
Bernie Sanders ha sido senador por el estado de Vermont desde el 2007, aunque lleva varias décadas en la carrera política. Se define como un político independiente, pues a pesar de que se presenta en la precandidatura del partido demócrata, Sanders no cuenta con el apoyo de ninguno de los dos partidos. Sus campañas se financian a través de donaciones anónimas, e incluso, no acepta financiación de corporaciones o billonarios.
Defensor del socialismo democrático, el candidato dice que este pertenece a una larga tradición estadounidense de garantizar "derechos económicos básicos" gracias a programas como la seguridad social, la compensación por desempleo y la regulación de Wall Street, programas que Sanders incluye en sus programas para la presidencia.
En el 2016, pese a que Sanders quitó su precandidatura para dar su apoyo a Hillary Clinton, el fenómeno “Feel The Bern” marcó una tendencia en Estados Unidos, sobre todo entre los jóvenes y artistas. Su campaña fue la más viral, algo muy parecido a lo que se vivió con Barack Obama en su candidatura del 2007.
Sanders lleva décadas hablando de la precariedad de la clase media estadounidense, por lo que no es de extrañar que sus propuestas más populares para su candidatura al 2020 sean la completa eliminación de los US$ 1.6 billones de deuda de préstamos estudiantiles y una red de salud pública para todos.
Con respecto a los préstamos para las universidades, Sanders propone liberar todas las deudas de préstamos de escuelas privadas y de posgrado independientemente de sus ingresos. El costo sería pagado por Wall Street a través de un conjunto de impuestos en Wall Street, que incluye un 0.5% impuesto sobre el comercio de acciones y un impuesto de 0.1% sobre bonos, plan que ha recibido críticas tanto de la derecha como de la izquierda.