Grupos supremacistas y de ultraderecha se han movilizado en internet tras un movimiento bautizado como “Boogaloo”, que se está materializando en las calles y que podría estar detrás de la muerte de un agente federal en mayo.
Su idea más rocambolesca y que despierta temores entre las autoridades se basa en aprovechar las protestas contra el racismo para sembrar el caos y llevar a Estados Unidos a una guerra civil.
Si alguien de los años ochenta del siglo XX viajara en el tiempo hasta el 2020 quedaría decepcionado: no hay automóviles voladores, una pandemia ha barrido las calles, el humo de los disturbios raciales se alza sobre el horizonte de las principales ciudades y el "Boogaloo" ya no es un inofensivo baile de moda, sino algo mucho más siniestro.
Este movimiento heterogéneo y desorganizado, esencialmente libertario y pro-armas, ha salido de las sombras y de la inocencia de los meros “memes” con el inicio de la protestas en Estados Unidos por la muerte a manos de un policía blanco de George Floyd a finales de mayo.
Las autoridades de estados como California, Colorado, Nevada y Texas han comenzado a hacer arrestos y confiscaciones de armas y explosivos tras detectar algunos planes para sembrar el caos violento en las protestas contra la violencia policial.
Muchos de los miembros de los "boogaloo bois" tienen ideas de ultraderecha y abogan por instigar un enfrentamiento social violento contra el gobierno que derive en una guerra civil con eslóganes como "voten desde los tejados", en referencia a movilizarse tras las elecciones con francotiradores para rechazar un resultado que no les convenza.
Alrededor de media docena de personas, sin coordinación o estructura organizativa, pero vinculadas al movimiento, han sido detenidas en las últimas semanas por planear o ejecutar acciones violentas con el objetivo de crear mayor tensión violenta.
El pasado 29 de mayo, Steven Carrillo, militar de 32 años, asesinó a tiros a un agente federal en Oakland (California) y una semana después dejó malherido al ayudante del alguacil de Santa Cruz.El Buró Federal de Investigación (FBI) cree probado que Castillo y su supuesto cómplice, Robert Alvin, estaban vinculados a foros "Boogaloo" en Facebook, que esta semana tomó medidas para cerrar ese grupo, monitorear otros similares y limitar la extensión de la viralidad de algunos contenidos.
Según la investigación, Carrillo recurrió a Facebook para alentar violencia antes de ejecutar sus ataques: "Vayan a los disturbios y apoyen nuestra causa. Muéstrenles nuestros objetivos. Usen la rabia para alimentar nuestro fuego. Usen la muchedumbre de gente enfadada en nuestro beneficio".
Durante las protestas contra la violencia policial y el racismo, miembros del movimiento "Boogaloo" han sido vistos cargando rifles de asalto, algunos vistiendo símbolos relacionados con los "memes" que comparten en internet o camisas "hawaianas", una de sus señas de identidad.
Grupos como "Patrioti/k/ Boogaloo Bois" han pasado de los confines de internet en la red 4chan a instalarse en Facebook, que comenzó recientemente a tomar medidas para evitar la popularización de estas ideas extremas, que no han desaparecido por completo de esa red social y en todo caso siguen prosperando en otros foros y redes sociales alternativas como la plataforma de videos BitChute.
Estos grupúsculos, que comparten ideas extremistas, consejos para boicotear a la policía y ahora llaman a oponerse a las medidas de distanciamiento social por la pandemia del nuevo coronavirus, buscan una polarización social que ponga en jaque a las instituciones democráticas.
Según un estudio del Middelbury Institute of International Studies, el movimiento aboga por un futuro "donde la opresión del gobierno se enfrente a una violencia revolucionaria de ciudadanos armados. Según posts en Facebook, Telegram y Twitter, muchos miembros ven las protestas (raciales) como un catalizador que va a permitir dar inicio al desorden violento que anhelan".
“El movimiento boogaloo es un grupo libertario. El ‘boog’ no es el pueblo contra el pueblo, es el pueblo contra el gobierno. Es una revolución, no una guerra civil”, señala uno de los post que se ha diseminado por Facebook para atraer a nuevos simpatizantes.