La clave de estas perspectivas es el llamado “R-Star”, es decir, el nivel de tasas que no estimula ni restringe el crecimiento. (Foto de Jim WATSON / AFP)
La clave de estas perspectivas es el llamado “R-Star”, es decir, el nivel de tasas que no estimula ni restringe el crecimiento. (Foto de Jim WATSON / AFP)

A pesar de todas las afirmaciones de que la pandemia y el repunte de la inflación que la siguió han puesto fin a la era de las tasas de interés bajas, las principales autoridades de la Reserva Federal y de otros lugares siguen viendo un retorno a ese mundo como un resultado probable en el futuro.

La Fed se acerca al final de su épica batalla de política monetaria para enfriar la inflación, en medio de promesas de tasas más altas durante más tiempo. Pero eso no significa que vayan a subir para siempre.

Esto se debe a que muchos responsables de política monetaria de la Fed -y otros- creen que las tendencias subyacentes que mantuvieron las tasas bajas antes de la pandemia -la escasa productividad, el envejecimiento de la población y otras fuerzas demográficas, así como la arraigada demanda de activos seguros- acabarán reafirmándose.

La clave de estas perspectivas es el llamado “R-Star”, es decir, el nivel de tasas que no estimula ni restringe el crecimiento. Esta medida permite a las autoridades de la Fed y a los mercados evaluar el grado de estímulo o restricción de la política de tasas en un momento dado.

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La medición del R-Star sufrió un duro golpe con la pandemia y la Fed de Nueva York dejó de publicar su estimación pública en 2020, ya que los acontecimientos desordenaron su modelo.

En la década anterior a la crisis financiera de 2007-2009, el R-Star osciló entre el 2% y el 3.5%, según datos de la Fed neoyorquina. Desde entonces, ha estado entre poco más y menos del 1%. La última estimación, de junio de 2020 -cuando la economía apenas empezaba a recuperarse de la recesión provocada por la pandemia-, la situaba en el 0.4%.

Para traducirlo a una tasa real, se añade esencialmente a la estimación de inflación a largo plazo de la Fed. Las previsiones de marzo de los responsables de política monetaria, que contemplan un tipo a largo plazo del 2,5% con una estimación de la inflación a largo plazo del 2%, sugieren que siguen viendo el R-Star a largo plazo en torno al 0.5%.

Yo diría que la tasa de interés neutral sigue siendo muy baja. ¿Es tan baja como en 2019? No estoy seguro de si es exactamente tan baja”, pero es más baja que donde se encuentra ahora con la inflación todavía tan alta, dijo el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, el mes pasado.

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Varios días después, su par de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, se mostró de acuerdo y afirmó que, aunque el R-Star actual es más alto que antes de la pandemia, espera que las tendencias a largo plazo, como la debilidad de la productividad, se reafirmen con el tiempo y la devuelvan a su bajo nivel anterior.

Por su parte, William English, ex alto cargo de la Fed que ahora trabaja en la Yale School of Management, está de acuerdo en que es probable que el R-Star vuelva a bajar. “Básicamente, parece probable que persistan el elevado ahorro, la escasa inversión y la fuerte demanda de activos seguros”, lo que volverá a arrastrar a la baja el nivel general de las tasas.

El mes pasado, los economistas del Fondo Monetario Internacional también pronosticaron que las tasas bajas volverán una vez que se aplaque la inflación.

Fuente: Reuters

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