La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se reúne el martes por primera vez desde que varios estados comenzaron a aflojar las medidas de confinamiento contra el coronavirus, lo que provocó un inesperado rebote en el empleo tras dos meses de masivos despidos.
La mayor economía mundial sumó en mayo 2.5 millones de puestos y la tasa de paro cayó, según datos oficiales, aun cuando el COVID-19 sigue siendo una amenaza a la vida cotidiana.
La Fed se movió rápida y agresivamente en cuanto llegó la pandemia e incluso emprendió acciones antes de que los negocios se paralizaran en todo el país. En marzo, su comité de política monetaria (FOMC), que se reunirá el martes y miércoles, redujo a cero su principal tasa.
El banco central estadounidense también inyectó billones de dólares para defender a los castigados mercados. Al mismo tiempo prestó dinero a empresas grandes y medianas así como a gobiernos estatales y locales.
Y el presidente de la Fed, Jerome Powell dijo que se harán más cosas si es necesario.
El presidente Donald Trump, que precisa a la recuperación económica como arma para ganar en noviembre la reelección, se ha congratulado porque el empleo evolucionó mejor de lo esperado.
A pesar de esa inesperada buena nueva, la economía estadounidense sigue en dificultades y el economista jefe del banco BBVA, Nathaniel Karp, no espera que la Fed cambie rápidamente de posición.
"Aunque hay algunas señales tempranas de que lo peor de la crisis ya pasó, esperamos que la Fed reafirme su compromiso de hacer todo lo necesario", dijo.
El camino que se avizora
El virus sigue siendo una amenaza real en Estados Unidos, que se convirtió en el país más castigado del mundo por la pandemia, lo cual implica que aun no está pronto para volver a la total normalidad social y económica.
Powell ha advertido sobre el tenebroso estado de la economía estadounidense y dijo que los datos del trimestre abril-junio “serán muy, muy malos” con una potencial caída de entre 20% y 30% de la actividad.
“Habrá un gran declive de la actividad económica, un gran aumento de desempleo”, dijo el mes pasado en la cadena CBS.
Economistas esperaban que, en vez de mejorar por la reapertura de algunos sectores, la tasa de desempleo de mayo aumentase a casi 20% desde su terrible 14.7% de abril. Sin embargo se redujo a 13.3%.
Pero Kathy Bostjancic de la consultora Oxford Economics dijo que es improbable que la Fed se concentre mucho en los positivos datos del mercado laboral.
“Si bien fueron bienvenidos por miembros de la Fed, ese informe del empleo no cambiará el resultado de la reunión del FOMC”, dijo.
“La política de tasas de interés seguirá cerca de cero hasta que la recuperación sea firme, continuará la limitada y flexible [compra de bonos] y la Fed estará pronta para prestar a través de sus instrumentos de emergencia”, dijo.
El FOMC no emitió en marzo sus pronósticos económicos trimestrales debido al caos que había desatado la extensión de la pandemia pero se espera que tras esta reunión divulgue su Resumen de Proyecciones Económicas.
Bostjancic cree que la Fed probablemente predecirá un sólido rebote del PBI en el segundo semestre del año con la salvedad de que esa recuperación llegará tras la profunda depresión del segundo trimestre.