Las expectativas de inflación a largo plazo de Estados Unidos cayeron al nivel más bajo en más de un año a principios de septiembre, una señal alentadora para la Reserva Federal en su intento de mantener las perspectivas ancladas.
Los consumidores esperan que los precios suban a una tasa anual del 2.8% durante los próximos cinco a 10 años, la proyección más baja desde julio del 2021, según datos de una encuesta de la Universidad de Michigan publicados el último viernes. Prevén que los costos aumentarán un 4.6% durante el próximo año, el menor nivel desde septiembre pasado, según mostraron los datos.
Si bien menos consumidores mencionaron la escasez de suministro y los precios de la gasolina están cayendo, otras medidas de inflación aún se están acelerando y generalizando, como los costos de alimentos y vivienda. Los precios al consumidor aumentaron más de lo previsto en agosto, según datos publicados a principios de esta semana.
“A medida que la información contradictoria sobre los precios continúa alimentando la incertidumbre de los consumidores, es probable que las expectativas de inflación permanezcan relativamente inestables en los próximos meses”, dijo Joanne Hsu, directora de la encuesta, en un comunicado.
Incluso con la caída de las expectativas de inflación, los consumidores no son mucho más optimistas acerca de sus perspectivas financieras. Alrededor del 42% de los consumidores todavía mencionan que los altos precios afectan su nivel de vida, por debajo del máximo del 49% en julio.
La Fed está tratando de frenar la demanda en toda la economía para acabar con la inflación, y la mayoría espera que el banco central eleve las tasas de interés en otros 75 puntos básicos la próxima semana. Los datos de ventas minoristas sugieren que la demanda de bienes por parte de los consumidores se mantuvo en términos generales el mes pasado, pero mostró signos de moderación.
Las condiciones de compra de bienes duraderos, como automóviles y electrodomésticos, siguen cerca de un mínimo histórico, dijo la universidad.
Aun así, los precios más bajos de la gasolina están dando a los estadounidenses más motivos para alegrarse. El índice de condiciones actuales aumentó ligeramente a 58,9, su mayor nivel desde mayo. Una medida de las expectativas aumentó a 59,9 este mes, el nivel más alto desde abril.
El índice de confianza preliminar de la Universidad de Michigan también subió al nivel más alto desde abril, con una lectura de 59,5.
También ayuda a impulsar el sentimiento un mercado laboral fuerte, marcado por una sólida creación de empleo y un bajo desempleo. Las solicitudes de beneficios por desempleo cayeron por quinta semana consecutiva, según datos del Departamento del Trabajo publicados el jueves, lo que sugiere que la demanda de trabajadores se mantiene saludable a pesar de las inciertas perspectivas económicas.
Las expectativas de inflación medidas por la Reserva Federal de Nueva York y una encuesta de economistas de Bloomberg también muestran una tendencia a la baja. Esas cifras, junto con el informe de Michigan, podrían brindarle cierto consuelo a la Fed, ya que tales puntos de vista pueden convertirse en una profecía autocumplida.