(Foto: Reuters/ AP | Composición: GEC)
(Foto: Reuters/ AP | Composición: GEC)

Un reporte de la BBC Mundo da cuenta que las elecciones presidenciales que celebra Estados Unidos son inéditas, y puede que pasen días o incluso semanas antes de que se conozca quién resultó ganador, si Joe Biden o Donald Trump.

Tomando en cuenta que millones de estadounidenses han votado esta vez por correo debido a la pandemia de coronavirus, lo que significa que es muy probable que el recuento de todos los votos se retrase.

El resultado de las elecciones se suele anunciar la noche del día de las elecciones.

Diferentes estados concluyen las votaciones en horarios distintos. Las primeras urnas cierran en la costa este a las 19:00 hora local (00:00 GMT).

Los principales medios de comunicación estadounidenses “declaran” la victoria de un estado cuando creen que un candidato tiene una ventaja definitiva, pero eso es una predicción y no el resultado final. Lo mismo ocurre cuando los medios “declaran” ganador a nivel nacional.

Los presidentes de Estados Unidos no se deciden por el total de la votación popular a nivel nacional, sino ganando en los suficientes estados.

Cada estado tiene una cierta cantidad de “votos electorales” que se lleva por completo el ganador en ese territorio. El número de votos electorales de cada estado se basa en la población del mismo.

Para ganar la Casa Blanca se necesitan 270 votos electorales.

En 2016, la victoria electoral fue declarada a favor de Donald Trump alrededor de las 02:30 AM hora local del este (07:30 GMT), cuando la victoria en el estado de Wisconsin le permitió superar los 270 votos electorales necesarios.

-Los motivos porque la votación por email puede retrasar los resultados-

De acuerdo a la BBC Mundo durante los comicios anteriores era común que algunos estados limitaran el voto por correo, restringiéndolo a personas mayores de 65 años, aquellos que sufrían alguna enfermedad o que se encontraban fuera de ese estado.

Pero ahora esta modalidad está ampliamente permitida en la mayoría de los estados.

En las últimas elecciones presidenciales en el país, casi una cuarta parte de los votos se emitieron por correo.

Según el Proyecto de Elecciones de EE.UU., hasta este 2 de noviembre más de 97 millones de estadounidenses habían votado anticipadamente, ya sea por correo o en persona. Esto ya es más que el número total de votos anticipados emitidos en las elecciones de 2016.

De estos votos un poco más de 62 millones son usando el servicio postal, en medio de los intentos de los estados por evitar aglomeraciones que puedan facilitar la propagación del COVID-19.

Sin embargo, el Servicio Postal de Estados Unidos, el responsable de entregar las boletas postales, está experimentando recortes presupuestarios.

El presidente Trump impidió que se disponga de fondos adicionales, entre preocupaciones en el país por si el organismo podrá hacer frente al volumen de papeletas enviadas o si habrá mayores retrasos.

-¿Hay demoras en los centros de votación?-

Hacer fila en un recinto electoral seguirá siendo, por ahora, la forma más común en que los votantes estadounidenses entregarán su voto.

Y esa situación se complica debido a la pandemia de coronavirus y las restricciones a causa de ésta.

Algunos estados ya habilitaron centros para la votación anticipada en persona y se registraron enormes colas.

La mayoría vota hoy y se estima que habrá abiertos menos centros electorales de lo habitual. También se advirtió de la falta de personal.

-¿Qué pasa si no aceptan los resultados electorales-

El presidente Trump llegó a decir que piensa que el resultado de estas elecciones puede terminar en la Corte Suprema de Estados Unidos.

Esto ha sucedido antes. En las elecciones de 2000, el candidato demócrata Al Gore afirmó que su estrecho margen de derrota en Florida ameritaba un recuento.

Se necesitaron 36 días para que el alto tribunal decidiera en contra de su reclamo y la contienda terminara a favor del republicano George W. Bush.

Además, este año pueden surgir otros desafíos legales, desde los requisitos de identificación para el voto por correo hasta la legalidad de los cambios hechos para esta votación debido a la pandemia.