Los inversionistas están elevando las expectativas de inflación a corto plazo en Estados Unidos debido al alza en los precios del petróleo, incluso cuando el mercado de bonos indica confianza en la capacidad de la Reserva Federal para restaurar la estabilidad de precios.
Las expectativas inflacionarias a corto plazo, que están muy influenciadas por los precios de la energía, han aumentado en el mercado de bonos. El petróleo estadounidense se cotiza a su nivel más alto desde noviembre pasado, por encima de US$ 90 el barril. Su aumento constante desde menos de US$ 80 a finales de agosto ha repercutido en el mercado de instrumentos vinculados a la inflación.
Las tasas de breakeven a dos años aumentaron desde el 2% al 2.27% en lo que va del mes y se cotizan en su punto más alto desde abril. Una medida de la inflación esperada para los próximos cinco años está por encima del 2.3%, lo que marca el extremo superior de un rango que se observa desde finales de julio.
Las expectativas de inflación a largo plazo siguen bajo control y el último mes una medida de la inflación para la próxima década no tuvo cambios, en torno al 2.35%. Esa estabilidad se produce debido a que los rendimientos de los bonos del Tesoro vinculados a la inflación se han mantenido firmes por debajo del 2%, un umbral presente desde finales de 2008. Una tasa de breakeven es la diferencia entre los rendimientos nominales y reales de los bonos del Tesoro con el mismo vencimiento.
No obstante, la publicación del índice de precios al consumidor de EE.UU. de esta semana mostró un aumento sorpresivo en la inflación subyacente durante agosto. A esto le siguió un informe mensual sobre precios al productor de EE.UU. que superó las previsiones y se expandió al ritmo más rápido en más de un año en medio de crecientes costos de la energía y el transporte.
En resumen, esto permite que los administradores de dinero consideren las probabilidades de un ajuste adicional de la Fed. Después de la última ronda de datos de inflación, los swaps de tasas de interés implican alrededor de un 50% de posibilidades de un aumento de un cuarto de punto este año.
Se espera que en la reunión de la Reserva Federal de la próxima semana, el banco central no modifique su banda de política monetaria, actualmente entre 5.25% y 5.5%. La atención estará centrada en la actualización trimestral por parte de los banqueros centrales de sus proyecciones para la economía y las tasas de interés.
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