El gobierno de Biden anunció el lunes una partida de US$ 6,000 millones para proyectos que reduzcan emisiones en el sector industrial, la inversión más grande de la historia estadounidense para reducir las emisiones de dióxido de carbono en la industria local y combatir el cambio climático.
El sector industrial es responsable de aproximadamente el 25% de todas las emisiones del país, y ha resultado difícil reducirlas debido a sus operaciones de gran escala y alto consumo energético.
Las instalaciones de hierro, acero, aluminio, alimentos y bebidas, concreto y cemento son algunas de las implicadas en la iniciativa. Entre los receptores del financiamiento, procedente de la Ley de Reducción de Inflación y la Ley Bipartidista de Infraestructura, hay 33 proyectos piloto en más de 20 estados.
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La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, dijo en una llamada con periodistas que las tecnologías que se financiarían son “replicables”, “escalables” y “fijarán un nuevo estándar de manufactura limpia en Estados Unidos y en todo el mundo”.
El asesor climático de la Casa Blanca Ali Zaidi dijo que el financiamiento aspira a eliminar 14 millones de toneladas de polución al año, el equivalente a retirar unos tres millones de autos de las carreteras.
Entre los proyectos a financiar hay una iniciativa de Kraft Heinz para instalar bombas de calor, calefactores eléctricos y calderas eléctricas para eliminar las emisiones de dióxido de carbono en la producción alimentaria de 10 instalaciones en todo el país, incluida una en Holland, Michigan.
Por su parte, la firma Constellium en Ravenswood, Virginia Occidental, aspira a gestionar una fundición de aluminio con cero emisiones de dióxido de carbono, la primera de su clase, e instalar hornos de bajas emisiones que puedan utilizar combustibles limpios como el hidrógeno. La compañía produce aluminio para una amplia gama de productos, como autos y aviones.
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Eliminar las emisiones de dióxido de carbono del sector eléctrico y de transportes ha estado en el centro de la conversación climática y hay generosos subsidios federales para implementar soluciones, principalmente con energías renovables para producir energía y adoptando vehículos eléctricos, indicó Todd Tucker, director de política industrial y comercial en el Roosevelt Institute, una entidad sin fines de lucro asociada a la Biblioteca y museo presidencial Franklin D. Roosevelt.
Sin embargo, señaló, resulta más difícil recortar emisiones en industrias pesadas que dependen de los combustibles fósiles para crear las altas temperaturas y reacciones químicas necesarias en sus operaciones.
“Poner esto en marcha con estos primeros proyectos va a ser muy útil para convencer a la industria de que esta transición es posible y también, algo importante, convencer a Wall Street de que esta transición es posible”, explicó Tucker. “Lo primero es mostrar que es viable en un proyecto. Una vez hecho eso, entonces los sectores público y privado pueden buscar estrategias para el resto del problema”.