El Gobierno de Estados Unidos admitió que se enfrenta a una crisis en el suministro de combustible en ciertas zonas tras el ciberataque contra la mayor red de oleoductos del país, pero aclaró que no hay escasez de gasolina.
Por eso, la Administración de Joe Biden ha pedido a los consumidores que no acumulen carburantes y a los vendedores que no aprovechen este momento para especular.
“No es que tengamos una escasez de gasolina, es que tenemos una escasez de suministro. Las cosas volverán a la normalidad pronto”, afirmó la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, en la Casa Blanca.
Granholm intentó calmar así los temores a un desabastecimiento después de que Colonial, la empresa que provee el 45% del combustible que se consume en la costa este estadounidense, interrumpió sus operaciones tras haber sido objeto de un ciberataque mediante un ransomware, un programa que bloquea el acceso a la información a cambio del pago de una recompensa para liberarlo.
“Sabemos que tenemos gasolina, sólo tenemos que llevarla a los lugares correctos”, insistió la responsable de Energía del Gobierno de Biden, quien explicó que los estados más afectados son Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee, Georgia y Virginia.
Granholm anticipó que para el cierre de los mercados del miércoles Colonial tomará una decisión con respecto al reinicio del bombeo a lo largo de los 8,850 kilómetros de oleoductos que opera, aunque en todo caso confesó que pasarán unos días antes de que la red vuelva a estar en funcionamiento.
La Administración del presidente Joe Biden, que ha levantado las restricciones al transporte de combustible por carretera y otras ambientales para facilitar el suministro, está evaluando medidas para ampliar la distribución de combustibles por vía marítima y férrea, según dio a conocer la Casa Blanca.
Los expertos han advertido que de persistir la paralización de actividades los precios de los combustibles podrían alcanzar niveles no vistos desde finales del 2014.
La Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, en inglés) reveló que el precio promedio de la gasolina se situó este martes en US$ 2.98, frente a los US$ 2.96 de la media nacional durante el fin de semana.
También el precio del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) -que sirve de referencia en Estados Unidos- subió 0.55%, hasta US$ 65.28, tras una sesión que arrancó con pérdidas aunque se recuperó a lo largo de la jornada.
Ghanholm pidió a los dueños de las gasolineras que actúen con responsabilidad y advirtió que no tolerarán “un aumento excesivo de precios” de los combustibles, y señaló a los consumidores que “no debería haber motivo para acumular gasolina”.
Colonial informó este martes en Twitter de una interrupción temporal de su web no relacionada con el ataque atribuido al grupo de piratas informáticos Darkside.
Por su parte, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, afirmó que los ataques con ransomware han dejado solo este año más de US$ 350,000 millones en pérdidas en el país.
Mayorkas apuntó que este tipo de ciberataques no son una amenaza inminente, sino que ya está aquí, y aclaró que esto “no es exclusivo de Estados Unidos”.
Ya en una audiencia celebrada por un comité del Senado, el director de la agencia de ciberseguridad de Estados Unidos (CISA), Brandon Wales, había advertido este martes que ciberataques como el que sufrió este fin de semana la mayor red de oleoductos del país “son cada vez más sofisticados, frecuentes y agresivos”.
El director ejecutivo del centro de ideas conservador Center for a Secure Free Society, Joseph Humire, dijo que el de Colonial “es un ataque serio” contra parte de la infraestructura crítica del país -que incluye, entre otros, el suministro de agua, los servicios de seguridad o de salud pública- y ha desvelado su “debilidad” frente a este tipo de acciones.
Marty Edwards, vicepresidente de seguridad OT en Tenable y director del Equipo de Respuesta a Emergencias Cibernéticas de Sistemas de Control Industrial (ICS-CERT), que hace parte CISA, apuntó a su vez que garantizar la seguridad digital de las redes que soportan esta infraestructura “debe ser una prioridad”.