Fiscales estadounidenses sumaron una acusación de robo de secretos corporativos a un proceso de fraude bancario contra la fabricante china de teléfonos móviles Huawei Technologies Co, escalando la batalla de Washington con una de las mayores compañías de equipos de telecomunicaciones del mundo.
El cargo adicional, que se suma un proceso ya abierto, fue presentado ante una corte federal de Brooklyn, Nueva York, acusando a Huawei de conspirar para robar secretos corporativos a seis empresas estadounidenses y de violar la ley contra organizaciones corruptas (RICO por sus siglas en inglés).
El documento también contiene nuevas acusaciones sobre la presunta intervención de la empresa en países sujetos a sanciones estadounidenses, como Irán y Corea del Norte.
"El procesamiento presenta un retrato severo de una organización ilegítima que carece de cualquier consideración por la ley", dijeron Richard Burr, presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado estadounidense, y Mark Warner, vicepresidente demócrata del panel, en un comunicado conjunto.
Huawei no quiso emitir comentarios.
En enero del 2019, la gigante de telecomunicaciones se declaró no culpable de la acusación inicial de los fiscales, que la señalaba por fraude bancario, obstrucción a la justicia y de violar las sanciones impuestas contra Irán.
Su presidenta financiera, Meng Wanzhou, fue arrestada en diciembre del 2018 en Canadá en relación con los cargos. La ejecutiva se declaró inocente y está intentando bloquear una extradición.
El nuevo cargo de robo de información a empresas está relacionado con un código fuente de router de internet, tecnología de antenas para celulares y de ingeniería robótica.