El FBI difundió el sábado por la noche un documento recientemente desclasificado de 16 páginas relacionado con el apoyo logístico brindado por dos de los secuestradores saudíes en la víspera de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. El documento describe los contactos que los secuestradores con asociados saudíes en Estados Unidos pero no ofrece evidencia de que el gobierno saudí haya sido cómplice del complot.
El documento, dado a conocer en el vigésimo aniversario de los ataques, es el primer registro investigativo en ser divulgado desde que el presidente Joe Biden ordenó una revisión de desclasificación de materiales que por años han permanecido fuera del alcance del público. En semanas recientes, Biden se había encontrado con la presión de familiares de las víctimas, que por mucho tiempo deseaban contar con los registros en su intento de presentar una demanda en Nueva York alegando que funcionarios sénior saudíes fueron cómplices en los ataques.
El gobierno saudí ha rechazado desde hace tiempo cualquier implicación. La embajada saudí en Washington dijo el miércoles que respaldaba la desclasificación completa de todos los registros como una forma de “poner fin a todas las acusaciones sin fundamento contra el reino de una vez por todas”. La embajada señaló que cualquier acusación de que Arabia Saudí era cómplice era “categóricamente falsa”.
La semana pasada, Biden ordenó que el Departamento de Justicia y otras agencias realizaran una revisión de la desclasificación de los documentos de la investigación y publicaran lo que pudieran en los próximos seis meses. Las 16 páginas fueron publicadas el sábado por la noche, horas después de que Biden asistió a unos eventos para conmemorar el vigésimo aniversario de los atentados realizados en Nueva York, Pensilvania y el norte de Virginia. Los familiares de las víctimas se habían opuesto a la presencia de Biden en los eventos mientras los documentos permanecieran clasificados.
El documento censurado publicado el sábado describe una entrevista de 2015 con una persona que había solicitado la ciudadanía estadounidense y que años antes había tenido repetidos contactos con saudíes, quienes, según los investigadores, proporcionaron “un importante apoyo logístico” a varios de los secuestradores.