Los demócratas prometieron el domingo presionar para la aprobación de normativas que luchen contra el racismo sistémico de las fuerzas policiales de Estados Unidos, a medida que la batalla provocada por la muerte de George Floyd a manos de un agente pasa de las calles a la esfera política.
Tras otro día de protestas pacíficas, el presidente Donald Trump ordenó a las tropas de la Guardia Nacional que comenzaran a retirarse de la capital estadounidense.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, una demócrata que se ha enfrentado a Trump por el uso de la fuerza en su ciudad, dijo a Fox News que el sábado no hubo arrestos, pese a las protestas multitudinarias.
Las manifestaciones en todo el país continuaron el domingo, y los manifestantes comenzaron a centrar su indignación inicial por la muerte de Floyd, un ciudadano negro, en demandas de reforma policial y justicia social.
La dureza con que Trump decidió sofocar las protestas continuaba provocando inusuales críticas de militares de alto rango retirados.
El exsecretario de Estado Colin Powell se unió el domingo a estas críticas señalando que Trump se "había alejado" de la Constitución.
Powell, un republicano moderado, dijo que Trump ha debilitado la posición de Estados Unidos en el mundo y que en la elección presidencial de noviembre apoyará al demócrata Joe Biden.
“No es un campo de batalla”
Por su parte, Condoleezza Rice, quien sucedió a Powell como secretaria de Estado bajo la presidencia de George W. Bush (2001-2009), dijo en CBS que aconsejaría a Trump contra el uso de militares para contener las protestas pacíficas. “Este no es un campo de batalla”, subrayó Rice, primera mujer afroamericana en ser secretaria de Estado.
Pero funcionarios del gobierno defendieron su enfoque frente a los disturbios, y el secretario interino de seguridad nacional, Chad Wolf, le dijo a ABC que Washington se había transformado en "una ciudad fuera de control".
Wolf atribuyó la disminución de la violencia a "lo que ha hecho la administración" Trump y negó un problema de racismo sistémico entre la policía.
Si bien el gobierno aún no ha propuesto ningún cambio de política específico ante la indignación generalizada por la brutal muerte de Floyd en Mineápolis, Minnesota, se espera que el Caucus Negro del Congreso (CBC), formado por miembros del Partido Demócrata, presente una legislación diseñada para que la policía sea más responsable legalmente de sus acciones.
Entre otras cosas, se espera que ese proyecto incluya medidas como facilitar las demandas contra agentes de policía por incidentes mortales; prohibir el tipo de táctica de inmovilización que condujo a la muerte de Floyd por asfixia; exigir el uso de cámaras corporales por parte de los oficiales y establecer una base de datos nacional para registrar la mala conducta de policías.
“Mucho trabajo por hacer”
Una miembro de ese grupo, la legisladora Val Demings, que suena como posible compañera de fórmula presidencial de Biden, explicó el domingo algunos de los cambios que cree necesarios.
“Tenemos mucho trabajo por hacer, y el racismo sistémico es siempre el fantasma”, dijo Demings, exjefa de policía en Orlando, Florida, a la cadena ABC.
"Lo que tenemos que hacer como nación es responsabilizar (penalmente) a la policía, proporcionar la supervisión necesaria para hacerlo, observar los estándares de capacitación, analizar las políticas de uso de la fuerza, analizar a quién estamos contratando, analizar la diversidad" y elaborar legislación para garantizar la reforma.
Sin embargo, el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, dijo el domingo no estar de acuerdo con cualquier medida para disminuir la considerable inmunidad legal de la que disfrutan los oficiales.
"No creo que sea necesario reducir la inmunidad para perseguir a los policías malos, porque eso seguramente resultaría en que la policía se retire" de cumplir con las tareas necesarias, expresó en la cadena CBS.
Algunas jurisdicciones ya han introducido reformas, empezando con la prohibición del uso de gas lacrimógeno y balas de goma contra los manifestantes.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el domingo que recortaría el presupuesto para la policía de la ciudad y destinaría algunos fondos para jóvenes y servicios sociales, según los medios locales.
Trump aprovechó la situación para criticar a Biden. "El adormecido Joe Biden, ¡no sólo quitará fondos a las policías, sino que quitará fondos para nuestro ejército!", escribió en Twitter.
Biden, quien ha acusado a Trump de avivar "las llamas del odio", planea viajar a Houston el lunes para visitar a la familia de Floyd. También grabará un mensaje para el funeral de Floyd el martes.
Barr defendió el despeje a la fuerza el lunes de la plaza Lafayette frente a la Casa Blanca poco antes de que Trump la atravesara para hacerse fotos posando con una Biblia frente a una conocida iglesia, insistiendo, a pesar de las declaraciones contradictorias de muchos de los presentes, que algunos manifestantes habían arrojado ladrillos.
También negó informes de prensa de que el presidente en un momento había exigido que se desplegaran 10,000 soldados en activo en ciudades estadounidenses para aplacar los disturbios.
“El presidente nunca preguntó ni sugirió que necesitáramos desplegar tropas regulares a ese punto”, declaró.