El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el martes un decreto con el objetivo de mantener el suministro de alimentos que obliga a plantas procesadoras de carne a seguir abiertas pese a haberse convertido en un foco de contagio del Covid-19.
Este decreto llega después de que una veintena de plantas hayan tenido que cerrar poniendo así en riesgo el suministro de carne a los supermercados.
Una de las mayores firmas del sector, Tyson Foods, alertó de que “millones de libras de carne” iban a desaparecer de la cadena alimenticia debido a los cierres de plantas procesadoras, muchos forzados por las autoridades locales.
Entre las procesadoras cerradas se encuentran dos de las mayores plantas de cerdo del país, una de Tyson Foods en Iowa con al menos 180 contagios y otra de Smithfield en Dakota del Sur con más de 500 casos confirmados.
“Tales cierres amenazan el funcionamiento continuo de la cadena nacional de suministro de carne roja y de aves, socavando la infraestructura crítica durante la emergencia nacional”, apunta la orden ejecutiva firmada por el presidente.
Trump recurrió a la Ley de Producción de Defensa de Estados Unidos, que permite al Gobierno intervenir en la cadena de producción, declarando estas empresas como infraestructura crítica y dotándolas recursos y equipos de protección para que continúen trabajando.
El presidente dijo que el decreto protege legalmente a las empresas de futuras demandas laborales.
El sindicato UFCW, que representa a la mayoría de trabajadores del sector, pidió al Gobierno que incluya pruebas masivas de coronavirus en las plantas para que puedan seguir operando.
“Aunque compartimos la preocupación sobre el suministro de alimentos no podemos tener un suministro seguro sin seguridad para los trabajadores”, aseguró el presidente del sindicato, Marc Perrone.
Según UFWC, más de 5,000 trabajadores del sector han dado positivo por Covid-19 en Estados Unidos y una veintena han muerto.