Las clínicas médicas públicas de la ciudad de Nueva York pronto tomarán un nuevo camino en cuanto a las pruebas de coronavirus, optando por un procedimiento que permite a las personas tomarse las muestras ellas mismas siguiendo las instrucciones de personal sanitario, anunció el alcalde Bill de Blasio.
El alcalde indicó que la toma autónoma de muestras con hisopos aumentaría y facilitaría la realización de pruebas, a la vez que serían más seguras tanto para la población como para el personal médico.
“Esto es algo que vamos a empezar a usar enérgicamente dado que es mejor para todos”, aseveró el alcalde demócrata.
Hasta ahora, las pruebas habían sido realizadas principalmente por personal sanitario introduciendo un hisopo en las fosas nasales de las personas. La sensación con frecuencia hace a la gente estornudar o toser durante el procedimiento delante del personal de salud, explicó el doctor Mitchell Katz, presidente del Sistema de Salud y Hospitales de la ciudad de Nueva York.
El nuevo método empezará a implementarse en los próximos días en ocho centros de pruebas comunitarios en distintos puntos de la ciudad. El proceso iniciará de la siguiente manera: Un trabajador de salud explicará la manera de tomar la muestra antes que las personas se dirijan a otra área, utilicen el hisopo nasal y escupan en un vaso una segunda muestra para verificación. Las muestras serán entonces entregadas al personal sanitario para someterlas a pruebas.
De Blasio dijo que el método permitirá que el personal de salud y las personas que se realizan las pruebas mantengan el distanciamiento social, reducirá la necesidad de que el personal sanitario tenga que hacerse cargo de todo el proceso y permitirá que las clínicas realicen hasta 20 pruebas por hora, en lugar de 15.
Hasta ahora, más de 5,000 personas se han realizado la prueba en centros comunitarios del gobierno de la ciudad desde el 17 de abril.
En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.