Washington [AFP]. El presidente Donald Trump ordenó este sábado prohibir la entrada a Estados Unidos de todos aquellos que hayan visitado Irán en los últimos 14 días debido al coronavirus y dijo que estudia restringir también el acceso desde la frontera con México, aunque espera “no tener que hacerlo”.
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump insistió en que no hay motivos para caer en el "pánico" sobre el avance del coronavirus en su país, donde este sábado se confirmó la primera muerte por la enfermedad.
El presidente, que ya ha impuesto restricciones de entrada a viajeros desde China, aseguró que está evaluando “muy en serio” implementarlas también en la frontera con México, aunque después insinuó que esa opción no es probable. “También estamos pensando en la frontera sur, sí, lo estamos pensando muy en serio”, dijo Trump.
Preguntado después por el tema, Trump explicó que a la hora de prevenir la entrada de pacientes infectados con el coronavirus tiene que “pensar en todas las fronteras”, y por eso está “pensando en esa frontera” con México. “Pero esta no es una frontera que parezca presentar un problema muy grande ahora mismo en lo que se refiere a esto (el coronavirus), así que esperamos no tener que hacerlo”, afirmó Trump.
El mandatario minimizaba así la posibilidad de imponer restricciones relacionadas con la entrada desde México, un país donde apenas se han registrado cuatro casos de coronavirus, frente a los 22 detectados por el sistema sanitario de Estados Unidos.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, encargado de la respuesta al coronavirus en el Gobierno de Trump, anunció en la rueda de prensa que el presidente había decidido tomar medidas para prevenir el contagio desde Irán, uno de los países más afectados por la enfermedad, que ya ha dejado 43 muertos de entre 593 infectados.
“Hoy prohibimos los viajes desde Irán. Ya tenemos un veto migratorio en vigor (que impide a los iraníes viajar a EE.UU.), pero estamos expandiéndolo para que afecte a cualquier ciudadano extranjero que haya visitado Irán en los últimos 14 días”, explicó Pence.
Trump afirmó después, durante un discurso ante una conferencia de líderes conservadores a las afueras de Washington, que su Gobierno está dispuesto a “ayudar a los iraníes” a contener el avance del virus si Teherán se lo pide.
Además, el Departamento de Estado emitirá una alerta de viaje para instar a los estadounidenses a que no viajen a “zonas específicas de Italia y Corea del Sur”, otros dos países con un alto número de contagios de COVID-19, explicó Pence. “Pedimos a los estadounidenses que no viajen a las zonas de Italia y Corea del Sur que están más afectadas por el coronavirus”, añadió el vicepresidente.
Durante la rueda de prensa, la segunda de Trump esta semana centrada en el coronavirus y que prometió convertir en algo frecuente, el presidente insistió en llamar a la calma pese a que este sábado se confirmó la primera muerte en su país por la enfermedad. “Esto no es algo por lo que deba cundir el pánico”, subrayó, al recordar que las personas “sanas” que contraigan la enfermedad “deberían poder recuperarse”.
La respuesta de Trump al virus ha generado polémica, porque el miércoles pareció restar importancia a la enfermedad al compararla con la gripe estacional y este viernes pareció referirse al coronavirus como una "farsa" durante un mitin electoral en Carolina del Sur.
Preguntado al respecto durante la rueda de prensa, sin embargo, Trump negó que hubiera descrito el coronavirus con esa palabra y dijo que a lo que aludía era al presunto intento de la oposición demócrata de “culparle” del avance de la enfermedad.
Trump anunció, además, que el próximo lunes recibirá en la Casa Blanca a los representantes de varias compañías farmacéuticas del país para hablar del desarrollo de una vacuna para el coronavirus.
El presidente aclaró que ya había convocado antes el encuentro para conversar sobre cómo “rebajar los precios de los medicamentos” en Estados Unidos, pero que ahora hablará con ellos “de las dos cosas”.