Miles de migrantes se ven obligados a tomar las peligrosa rutas viajando a bordo de trenes de carga para avanzar hacia el norte de México, en una carrera contra reloj para llegar a la frontera con Estados Unidos antes de que acabe una dura política migratoria que les impedía pedir asilo.
En las últimas semanas, grupos con cientos de migrantes subieron a bordo del tren, conocido como “La Bestia”, de acuerdo a testimonios de activistas y funcionarios. Muchos emprendieron el largo camino sobre vagones que treparon con rapidez cuando el tren hizo una breve parada en una estación junto a un vertedero de basura en Huehuetoca, al norte de Ciudad de México.
La premura se ha intensificado a medida que circulan noticias sobre el fin del Título 42 el jueves por la noche, una política de la era de la pandemia del coronavirus que entró en vigor en marzo de 2020 y que ha permitido a Estados Unidos expulsar rápidamente a miles de migrantes a México.
Autoridades estadounidenses han dicho que esperan un repunte en los cruces fronterizos cuando suceda, aumentando la presión de autoridades que ya lidian con niveles récord de entradas ilegales.
Muchos migrantes quieren llegar a la frontera lo antes posible, aunque no están seguros cuáles serán las nuevas reglas. Washington ha dicho que finalizará con la regulación que negará el asilo a muchos.
“De ser más fácil, lo dudo”, dijo Romario Solano, un venezolano de 23 años que había esperado por horas bajo los intensos rayos del sol la llegada del tren en las vías llenas de basura en Huehuetoca. “Sabemos que a medida que ha incrementado más la migración, se han tomado fuertes medidas”.
Solano reconoció que viajar en tren era peligroso, pero dijo que no tenía dinero para pagar el boleto de viaje en autobús.
Durante años, miles de migrantes, principalmente centroamericanos, han atravesado México sobre una red de trenes de carga conocidos como “la Bestia” debido a que el ruido del ferrocarril asemeja a un rugido.
A pesar de que les permite evitar decenas de centros de detención y puestos de control, el riesgo de abordar el tren es alto y, a menudo se producen lesiones, mutilación de extremidades e incluso la muerte cuando los migrantes caen de los vagones.
La última ola de personas que abordaron “la Bestia” eran en su mayoría venezolanos pobres, de acuerdo a autoridades y activistas, incluidas familias con niños pequeños que buscan llegar principalmente a Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas.
Muchos suben escaleras estrechas para sentarse en los techos, otros se acurrucan dentro de vagones vacíos y extienden mantas sobre grava, barras de acero y otros materiales de construcción que viajan en los vagones a la intemperie.
“Son cientos de migrantes llegando a diario, buscando subir al tren”, dijo la activista Guadalupe González. Tan solo la semana pasada, explicó, fueron cientos los que esperaban el tren en la ciudad central Irapuato, del violento estado Guanajuato.
“Ya no habíamos visto pasar a tanto migrante en estas condiciones por aquí”, agregó tras mencionar que el mes pasado hasta 700 personas intentaron abordar en un solo día.
Esperando el tren
Sentado en un tronco cerca del basurero de Huehuetoca, el migrante venezolano Allender Ruy reprodujo los mensajes de voz de un amigo advirtiéndole sobre el viaje de varios días.
“Eso sí, hermano, cuando agarren el tren, abríguense bien, porque en ese tren hace mucho frío, pero terrible, terrible, terrible”, le decía su amigo en el audio telefónico.
Después de ser deportado a Venezuela desde Panamá, cuando por primera vez intentó llegar a Estados Unidos a principios de este año, Ruy esperaba una segunda oportunidad.
“Tengo que llegar, a más tardar, antes del día 11 (de mayo)”, afirmó.
En la pantalla rota de su teléfono inteligente, su compatriota venezolano Franklin Cuervas veía un video de Tik Tok subtitulado “se endurece la frontera”.
Dos de sus hermanos, ya en Estados Unidos, querían que él cruzara la frontera antes del 11 de mayo para evitar la multitud de migrantes llegando. “Dicen que es mejor antes, porque viene más fuerte la gente, la gente va a querer entrar”.