Estados Unidos y Reino Unido llevaron a cabo nuevos ataques en Yemen, afirmó la agencia de noticias de los rebeldes hutíes el martes de madrugada, antes de que las dos potencias occidentales lo confirmasen.
Las fuerzas “británico-estadounidenses lanzan ataques en la capital Saná y en varias gobernaciones” del país, indicó la agencia Saba en una breve alerta en árabe.
Ambos países declararon en un comunicado conjunto que llevaron a cabo ataques contra “ocho objetivos hutíes en Yemen, en respuesta a los continuos ataques de los hutíes contra el tráfico internacional y comercial, así como contra buques de guerra que transitan por el mar Rojo”.
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Los ataques “se dirigieron específicamente contra un centro de almacenamiento subterráneo de los hutíes y contra emplazamientos relacionados con las capacidades de vigilancia aérea y de misiles de los hutíes”, según el comunicado.
“Estos ataques de precisión están destinados a interrumpir y degradar las capacidades que los hutíes utilizan para amenazar el comercio mundial y la vida de los marinos inocentes”, precisó.
Asimismo, el texto añadió que el grupo rebelde había llevado a cabo “una serie de acciones ilegales, peligrosas y desestabilizadoras” desde las anteriores incursiones aéreas conjuntas de Estados Unidos y el Reino Unido.
Según la cadena Al Masira de los hutíes, cuatro ataques tuvieron como objetivo la base militar de Al Dailami, al norte de la capital, controlada por los rebeldes.
Dos meses de ataques
Los hutíes, movimiento respaldado por Irán y que apoya al Hamás palestino en su conflicto con Israel, reivindicaron el lunes un ataque contra un buque militar estadounidense frente a las costas de Yemen.
Las fuerzas hutíes “llevaron a cabo una operación militar dirigida contra el carguero militar estadounidense Ocean Jazz en el Golfo de Adén”, afirmó el portavoz del movimiento, Yahya Saree.
Contactado por la AFP, un funcionario de defensa estadounidense calificó la información de “falsa”.
Desde mediados de noviembre, los hutíes han atacado lo que consideran buques ligados a Israel en el mar Rojo en solidaridad con los palestinos de Gaza, perturbando el tráfico marítimo y llevando a Estados Unidos y Reino Unidos a realizar ataques retaliativos.
Desde entonces, los hutíes han declarado que los intereses estadounidenses y británicos también son objetivos legítimos.
Además de la acción militar, Washington está tratando de ejercer presión diplomática y financiera sobre los hutíes, y la semana pasada volvió a calificarlos de entidad “terrorista” tras haber retirado esa etiqueta poco después de que el presidente Joe Biden asumiera el cargo.
Los rebeldes reiteraron el lunes que “responderán a cualquier ataque” contra Yemen y seguirán “impidiendo a los barcos israelíes” cruzar el mar Rojo y el Golfo de Adén hasta el final de la guerra en el territorio palestino.
Yemen es sólo una parte de la creciente crisis en Oriente Medio vinculada a la guerra en Gaza, donde los incesantes bombardeos y la ofensiva terrestre de Israel han causado la muerte de al menos 25.295 personas, según el Ministerio de Salud del territorio.
La campaña de Israel comenzó después de que los ataques sin precedentes de Hamás en octubre causaran la muerte de unas 1.140 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes.
El aumento de las tensiones y la violencia en Oriente Medio -con la participación de grupos apoyados por Irán en Líbano, Irak, Siria y Yemen- han avivado el temor a un conflicto regional más amplio.
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