La economía chilena muestra síntomas de estabilización tras el fuerte impacto provocado por la pandemia de coronavirus, aunque los shocks que la afectaron serán duraderos, reveló la minuta de la última reunión de política monetaria del Banco Central.
Con la llegada del brote de COVID-19 en marzo, las autoridades aplicaron cuarentenas y otras restricciones que impactaron a sectores como el comercio y los servicios, dejando sin ingresos a muchos hogares dependientes del sector informal.
“Hubo consenso en que se apreciaban síntomas de estabilización en lo sanitario y económico debido a una combinación de factores”, contempló la minuta.
El gobierno lanzó programas de apoyo a los sectores más vulnerables y se aprobó en el Congreso una reforma que permitió el retiro parcial de los ahorros en fondos de pensiones.
Entre los factores positivos que detectó el organismo, puso como ejemplo “la capacidad de algunos sectores de acomodarse a la nueva realidad de la pandemia con más flexibilidad de la que se pensaba, la puesta en marcha de diversas iniciativas de apoyo a empresas y personas y, también, el despliegue del estímulo fiscal y monetario”.
Sin embargo, debido al amplio impacto de la crisis, el banco consideró que “no cabía otra opción” que mantener su política monetaria altamente expansiva por un período prolongado, por eso dejó la tasa referencial en el mínimo técnico de 0.5% en que se encuentra desde marzo.