Estados Unidos se opuso este jueves a la creación de un impuesto global a las grandes riquezas, pero Brasil celebró que la reunión de ministros de finanzas del G20 en Río de Janeiro marca “el primer paso” para materializar la ambiciosa idea.
La propuesta de gravar a los superricos es impulsada en el G20 por el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que este año preside el bloque de las 20 mayores economías globales.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, afirmó en una rueda de prensa en Río durante las reuniones del G20 que Estados Unidos se opone a un impuesto coordinado.
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“No vemos la necesidad ni creemos que sea deseable intentar negociar un acuerdo global sobre ese tema”, dijo Yellen.
“Estados Unidos apoya firmemente un sistema tributario progresivo, que asegure que los individuos muy ricos con altos ingresos paguen su cuota justa”, añadió.
Pero aunque no exista consenso sobe ese punto, el ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, celebró las discusiones y dijo que la declaración que se emitirá el viernes representa un “primer paso reconocido por los 20 miembros del G20″.
El texto final contemplará “la propuesta brasileña de comenzar a pensar la tributación internacional no solo desde el punto de vista de las empresas sino también de los individuos superricos”, afirmó Haddad a periodistas al cabo del primer día de reuniones este jueves. “Es una conquista de naturaleza moral”, subrayó Haddad.
“Las primeras etapas”
Un participante de las reuniones reafirmó a la AFP que actualmente “no hay consenso para crear un impuesto global al capital de los multimillonarios”. Pero el objetivo es “que el tema esté en el orden del día y discutir las primeras etapas”, añadió la fuente.
La propuesta de impulsar desde el G20 un impuesto global a los más ricos surgió a principios de año y poco a poco obtuvo el apoyo de varios países como Francia, España y Sudáfrica.
El economista francés Gabriel Zucman calcula que la tasa impositiva que pagan los multimillonarios es apenas del 0.3% de su riqueza. En un informe reciente elaborado a pedido de Brasil, Zucman propuso crear un impuesto del 2% sobre las fortunas de unos 3,000 multimillonarios. Pero no solo Estados Unidos rechaza esta propuesta.
El Ministerio de Finanzas alemán, en vísperas del G20, consideró “poco pertinente” la idea.
Las desigualdades siguieron aumentando en los últimos años, según un estudio de la oenegé Oxfam publicado el jueves: el 1% más rico del mundo vio crecer su patrimonio en más de 40 billones de dólares, pero su tributación es “históricamente” baja.
Situación geopolítica
Además de un sistema tributario internacional, en esta reunión de ministros previa a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno el 18 y 19 de noviembre -también en Río- discuten la situación económica mundial, la financiación de la transición climática y la deuda.
Las divisiones internacionales debido a las guerras en Ucrania y en Gaza han tornado las declaraciones conjuntas del G20 un asunto también sensible.
Durante la última cita de ministros de Finanzas en Sao Paulo en febrero, esos temas llevaron a un “impasse”. Esta vez, la solución ideada por Brasil es emitir tres textos, según las autoridades brasileñas.
Por un lado, uno dedicado exclusivamente a la cuestión tributaria. Por otro, un comunicado final más amplio y, por último, una “declaración” publicada por separado por la presidencia brasileña para dejar sentadas las referencias a las crisis geopolíticas.
Este modelo ya se puso en práctica esta semana. La presidencia brasileña del G20 emitió el miércoles una “declaración” afirmando que algunos miembros del G20 “expresaron sus perspectivas” sobre la situación en Ucrania y en Gaza durante los debates de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.
Algunos países ven el G20 como un foro relevante para discutir estos temas, mientras que otros piensan lo contrario. Fundado en 1999, el G20 reúne a la mayoría de las principales economías mundiales, así como a la Unión Europea y la Unión Africana.