Desde el número de vuelos hasta el número de desempleados, estas son algunas cifras que cuentan la catástrofe económica y social que ha traído el nuevo coronavirus.
Cero
Ningún avión Easyjet en el cielo desde que la compañía británica decidió inmovilizar toda su flota.
Ningún avión comercial que despega de Orly desde que el aeropuerto del sur de París cerró el martes por la noche. La compañía alemana Lufthansa tiene 700 de sus 763 aviones en tierra.
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, las compañías aéreas necesitan una ayuda de emergencia de hasta US$ 200,000 millones, debido a las medidas de contención y los cierres de fronteras.
El transporte aéreo no es el único parado. Francia cuenta actualmente con solo 42 TGV por día, frente a los 700 habituales.
5%
En Alemania, motor económico de Europa, el gobierno espera que la actividad económica disminuya al menos 5% este año.
Cero, o más exactamente un +0.1%, es el crecimiento que el Banco Mundial prevé para China este año en el peor de los casos. En enero, todavía se esperaba un aumento de 5.9%.
Las predicciones más sombrías, que deben tomarse con pinzas mientras la magnitud del choque desafía los modelos habituales, son abundantes.
Los países del G20 sufrirán colectivamente una contracción de 0.5% de su Producto Bruto Interno (PBI) en el 2020, según la agencia Moody’s. En Estados Unidos, según la misma fuente, sería del -2% y en la Eurozona de -2.2%.
30%
En Wall Street, el Dow Jones registró el peor trimestre desde 1987, perdiendo 23% desde el 1 de enero. En Europa, la caída es aún más fuerte, cerca del 30% en las principales plazas. Muchos grupos industriales han visto sus acciones desmoronarse.
En el sector automóvil, el precio del francés Renault cayó a la mitad desde principios de año, el del alemán Daimler también. Mismo destino para el estadounidense Ford.
Dividido por tres
Los precios de los dos barriles de petróleo de referencia, el Brent en Europa y el WTI en Estados Unidos, se dividieron por tres desde principios de año, atrapados entre una demanda a media asta y una oferta cada vez más abundante, en el marco de la guerra de precios entre los principales productores mundiales.
Se trata de la mayor caída en un trimestre desde la creación de estos contratos en los años 1980.
5 billones de dólares
Los países están inyectando billones para tratar de evitar que una crisis económica de corto plazo se convierta en una terrible depresión económica de varios años. Los países del G20 prometieron aportar más de US$ 5 billones.
Estados Unidos prevé una ayuda de más de US$2 billones a los hogares y a las empresas del país. Francia anunció US$ 45,000 millones, de los cuales US$ 8,500 millones se destinarán a apoyar el desempleo temporal, un sistema inspirado en Alemania.
Frente a las dificultades que algunos países tendrán para pagar su deuda, el Fondo Monetario Internacional, prestamista de último recurso, garantiza una capacidad de préstamo de US$ 1 billón para los próximos años.
Tres millones, ocho millones
La pandemia hace temer un brote mundial de desempleo y desigualdad.
En Estados Unidos, donde incluso los empleados con contratos largos pueden ser despedidos fácilmente, más de 3 millones de personas han presentado solicitudes de subsidios por desempleo entre el 15 y el 21 de marzo, algo nunca visto.
Aproximadamente 8.3 millones de personas corren el riesgo de caer en la pobreza en el mundo árabe debido a la pandemia, según la Comisión Económica y Social para Asia Occidental de las Naciones Unidas.
En Asia, el Banco Mundial estimó que 11 millones de personas corrían el mismo riesgo.
Doble
Más de US$ 150 el 31 de marzo, frente a US$ 68 aproximadamente a principios de enero: la acción de la empresa de videoconferencias estadounidense Zoom subió hasta las nubes a medida que un planeta confinado se convertía al teletrabajo, al menos para ciertas profesiones.
Pero la aplicación está en la mira de la justicia estadounidense, preocupada por el creciente número de usuarios cuyas reuniones han sido pirateadas.
Para otros sectores, en particular la entrega de comidas y compras a domicilio, en pleno auge, es imposible quedarse en casa.
El gigante Amazon anunció el reclutamiento de 100,000 personas para sus almacenes y operaciones de entrega en Estados Unidos, mientras que en varios países se critican las condiciones de trabajo y de seguridad sanitaria del grupo de Jeff Bezos.