Argentina comenzó este miércoles la media jornada de huelga general, convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), principal central sindical del país, y secundada por partidos políticos y organizaciones sociales y de derechos humanos, entre otras, que supone el primer paro de estas características desde 2019.
Con la medida, convocada entre las 12.00 (15.00 GMT) y las 00.00 hora local (03.00 GMT del jueves), el movimiento sindical argentino exhibirá su fuerza para protestar contra las reformas del Ejecutivo del ultraliberal Javier Milei, que buscan desregularizar la economía y desarmar la estructura del Estado como se conoce hoy.
El presidente de Argentina pasará en la Quinta de Olivos (residencia oficial) este miércoles, día en que Argentina vive su primer paro general desde 2019, una huelga que los ministros de su gabinete criticaron por considerar que la “oligarquía” de sindicalistas busca defender sus “privilegios”.
Según informó en su habitual rueda de prensa en la Casa Rosada (sede de Gobierno), el portavoz presidencial, Manuel Adorni, el mandatario “va a permanecer en Olivos” durante la jornada y, en algún momento del día, se reunirá con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, “para analizar los acontecimientos”, si bien no especificó si será en la residencia presidencial o en la sede de la cartera.
Precisamente la excandidata presidencial de la coalición Juntos por el Cambio (centroderecha) publicó en la red social X: “No hay paro que nos detenga, no hay amenaza que nos amedrente”.
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Bullrich trató a los dirigentes que lideran la protesta de “sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza, jueces cómplices y políticos corruptos”, que están “defendiendo sus privilegios, resistiendo el cambio que decidió la sociedad democráticamente y que lidera con determinación el presidente”.
También la canciller, Diana Mondino, usó esa red social para escribir que “el paro no tiene justificación”.
“Convocado por la oligarquía de millonarios con autos blindados y chófer, falsos representantes de los trabajadores, ratifica que estamos en el camino correcto. Las cosas se consiguen con esfuerzo, no llorando y pataleando”, explicó.
La titular de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, quien se encuentra en Paraguay con motivo de una reunión del Mercosur, remató: “No les tenemos miedo”.
El ministro de Economía, Luis Caputo, se sumó a este mensaje y agregó: “Nunca tan claro para la sociedad que estamos frente a un paro político por tocarles privilegios”, en la misma red social.
Luis Petri, titular de Defensa, afirmó que en su cartera “se trabaja con normalidad”.
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Recalcó que “a 44 días” del Gobierno de Milei, “los mismos sindicalistas que estuvieron callados durante 4 años organizan un paro para defender sus privilegios”, en referencia al gobierno de Alberto Fernández (2019-2023), que terminó con un 211.4% de inflación anual y sin ninguna convocatoria de paro general.
La Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical del país e identificada con el peronismo, convocó este paro, secundado por partidos políticos y organizaciones sociales y de derechos humanos, entre otras, 18 días después de la asunción del Gobierno ultraliberal y tiene lugar un mes y medio después de ese 10 de diciembre.
Desde el mediodía (15:00 GMT) hasta la medianoche (03:00 GMT), el músculo sindical argentino intentará exhibir su fuerza contra las reformas del actual Ejecutivo que buscan desregularizar la economía y desarmar la estructura del Estado como se conoce hoy.
La protesta está centrada en el decreto de necesidad y urgencia (DNU), puesto en vigor el 29 de diciembre y aún bajo amparo judicial en varios puntos, y el proyecto de ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, que este jueves empezará a debatirse en la Cámara Baja.
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