Estudiantes, sindicatos, indígenas y otros sectores de Colombia convocaron este miércoles a una nueva jornada de protestas que completa una semana de presión contra el presidente Iván Duque con disturbios que dejan una veintena de muertos.
Los manifestantes se preparan para marchar en Bogotá, Medellín (noroeste), Cali (suroeste) y otras capitales del país bajo consignas variopintas: mejores condiciones en salud, educación, seguridad en las regiones, cese de las masacres, entre otras.
Las movilizaciones han sido en su mayoría pacíficas, pero en algunas ciudades se tornaron violentas. De acuerdo a cifras oficiales con corte al lunes, al menos 19 personas murieron, más de 800 quedaron lesionadas y 89 están desaparecidas. ONG’s aseguran que las víctimas fatales superan las 30 personas.
Lo que empezó como una manifestación pacífica el 28 de abril en rechazo a una reforma fiscal ya retirada se transformó en las más graves protestas contra el gobierno desde que llegó al poder en 2018.
Bogotá vivió una noche de tensión el martes. Treinta civiles y 16 policías quedaron heridos tras los choques con la fuerza pública, según la alcaldía local.
La presión en las calles no cede, ante la vigilancia de la comunidad internacional que denuncia abusos de la policía en las manifestaciones.
La violencia estalló también en Cali el lunes dejando cinco muertos y una treintena de lesionados.
Según la fiscalía detrás de los desmanes están disidencias de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016; el ELN, la última guerrilla reconocida en Colombia; y bandas narco.
Además de las movilizaciones y disturbios se suman bloqueos en vías que conectan al país. Algunas ciudades como Cali registran desabastecimiento de gasolina y preocupación por el paso de camiones con insumos médicos en plena pandemia.
Duque aseguró que abrirá “espacios de diálogo” para escuchar a todos los sectores, sin precisar cómo se realizarán estos acercamientos.
Ante las críticas de abuso policial, el mandatario respaldó a la fuerza pública a quien considera la principal víctima de ataques.
Con la popularidad en baja (33%), Duque ha enfrentado masivas protestas desde 2019. La pandemia avivó el descontento en un país que sufre más de medio siglo de conflicto armado.