Los hogares con cocinas a gas están expuestos de forma regular a peligrosos niveles de contaminación del aire que superan los límites legales, reveló un estudio realizado en toda Europa.
Luego de medir la exposición al dióxido de nitrógeno (NO2) en hogares con cocinas tanto eléctricas como a gas, los investigadores determinaron que las concentraciones de NO2 en hogares que cocinan con gas duplican, en promedio, aquellas observadas en hogares que usan cocinas eléctricas.
“La gravedad de la contaminación del aire dentro de los hogares que cocinan con artefactos de gas es significativamente mayor que la que hemos visto en hogares con cocinas eléctricas”, dijo Nicole Kearney, directora de CLASP Europa, la ONG que encargó el estudio. “Los niveles de contaminación del aire al interior de las viviendas a menudo son más altos que los que vemos al aire libre”.
Los llamados a regular las cocinas a gas se han intensificado en los últimos años a medida que los riesgos para la salud se vuelven más evidentes, particularmente para niños, ancianos y personas con condiciones preexistentes.
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En 2022, un estudio estadounidense relacionó más del 12% de los actuales casos de asma infantil con el uso de cocinas de gas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los niños que viven en hogares con cocinas a gas tienen un riesgo 20% mayor de sufrir enfermedades pulmonares como bronquitis y neumonía.
Para el estudio, la ONG Organización Holandesa para la Investigación Científica Aplicada coordinó con CLASP la instalación de sensores en 276 hogares en siete países (Países Bajos, Italia, España, Francia, Eslovaquia, Rumania y el Reino Unido), elegidos por su proporción superior al promedio de hogares con cocinas a gas y de asma pediátrica asociada con el uso de cocinas a gas.
Cerca del 80% de los hogares del estudio utilizaban gas para cocinar, mientras que el 20% restante cocinaba con electricidad. Los sensores midieron los niveles de NO2, monóxido de carbono y partículas en suspensión en las cocinas y otras habitaciones de las casas de la investigación, así como en el exterior, durante un período de 13 días.
En promedio, los niveles de NO2 eran más altos en el exterior que en el interior de los hogares que usaban cocinas eléctricas; mientras que, en los hogares que utilizaban gas, los niveles fueron más altos en el interior. En las viviendas que utilizaban gas, los niveles promedio en las cocinas eran de alrededor de 26.8 μg/m³ (microgramos por metro cúbico), en comparación con los 14 μg/m³ de las que usaban electricidad.
Este es el mayor estudio europeo hasta la fecha sobre la contaminación del aire por cocinar con gas en los hogares, afirmó CLASP. La organización pidió que los programas de subsidios que favorecen las fuentes de calor sin emisiones de carbono, como las bombas de calor, incluyan también cocinas de inducción eléctricas, y que las etiquetas con información energética adheridas a las cocinas incluyan alertas sobre la contaminación del aire interior. Los límites legales sobre la contaminación del aire no se aplican a los interiores en la Unión Europea y el Reino Unido, y las regulaciones sobre la seguridad de los electrodomésticos no establecen límites específicos para los contaminantes.
“En promedio, pasamos entre el 80% y el 90% de nuestro tiempo en interiores. Los grupos vulnerables podrían pasar incluso más tiempo en interiores”, dijo Christian Pfrang, profesor de ciencias atmosféricas de la Universidad de Birmingham, que no participó en la investigación.
“Este estudio en particular es integral y agrega evidencia que compara directamente la contaminación interior y exterior, y muestra que el NO2 es realmente un problema de las cocinas a gas”.
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