China recibió hoy con aceptación el dictamen de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre la ilegalidad de las etiquetas “Made in China” (fabricado en China) impuesta por EE.UU. para los productos de Hong Kong, y exige al país norteamericano que “respete el fallo”.
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“China ha tomado nota del fallo relevante del grupo de expertos de la OMC, y acogemos con beneplácito este fallo justo”, afirmó un portavoz del Ministerio de Comercio del gigante asiático en declaraciones recogidas por medios locales.
El vocero agregó que “China espera que la parte estadounidense respete el fallo, tome las medidas necesarias para corregir las prácticas incorrectas y mantenga un sistema de comercio multilateral basado en reglas y un orden comercial normal”.
Por su parte, el secretario de Comercio y Desarrollo económico de la antigua colonia británica, Algernon Yau, también se mostró satisfecho con el dictamen de la OMC.
Yau acogió con beneplácito la afirmación de que Hong Kong y China son “territorios aduaneros separados” y recalcó que “el fallo ha confirmado una vez más que EE. UU. ha hecho caso omiso de las normas comerciales internacionales”.
“El requisito revisado del etiquetado de origen tiene motivaciones políticas y es un vano intento de interferir en los asuntos internos de Hong Kong a través del comercio”, agregó Yau.
La oficina del Representante Comercial de Estados Unidos indicó que ignoraría el fallo del miércoles, y su portavoz, Adam Hodge, afirmó en un comunicado que “Estados Unidos no tiene la intención de eliminar el requisito de etiquetado como resultado de este informe, y no cederemos en nuestro juicio o toma de decisiones sobre asuntos esenciales de seguridad a la OMC”.
La práctica del etiquetado “Made in China”, aplicada debido a las crecientes tensiones políticas entre Pekín y Washington como represalia por las actitudes del régimen comunista ante los movimientos de protesta en Hong Kong, incumple según la OMC las obligaciones de EE.UU. con la excolonia, a la que otorgaba la cláusula de “nación más favorecida” en el comercio.
EE.UU. justificó la suspensión de esa cláusula, y con ello la obligación del etiquetado “Made in China”, en necesidades de seguridad nacional, pero el panel de la OMC ha considerado inválido ese argumento, ya que en su opinión la actual situación no supone una “emergencia en las relaciones internacionales” que lo justifique.
“El panel reconoce que los lazos entre EE.UU. y Hong Kong han sido objeto de crecientes tensiones por la preocupación sobre la evolución política, pero el panel considera que tales tensiones no han llegado a ese umbral de ‘emergencia”, determinó el dictamen de este miércoles.
Fuente: EFE