Las autoridades chinas detuvieron a 10 personas y anunciaron la destitución de decenas de funcionarios en la provincia suroriental de Jiangxi tras concluir sus pesquisas sobre un incendio que acabó con la vida de 39 personas en un edificio de la ciudad de Xinyu, informó hoy la prensa oficial.
Además, el gobernante Partido Comunista (PCCh) anunció “amonestaciones disciplinarias severas” contra varios altos cargos que llegan al nivel de vicegobernador provincial.
En total, los órganos de disciplina interna de la formación llevaron a cabo “importantes pesquisas sobre responsabilidades” contra 55 funcionarios, impulsando “castigos” contra 52, la mayoría de ellos destituidos, mientras que los otros tres -entre ellos, el alcalde de Xinyu- están todavía bajo investigación.
El incidente tuvo lugar el pasado 24 de enero, cuando estallaron las llamas en el sótano del edificio, en el que se estaba construyendo ilegalmente una cámara de frío debajo de un supermercado. En los pisos superiores, se encontraban un hotel y una academia que también operaban sin autorización.
Según la investigación, las deficientes medidas contra incendios del edificio permitieron que el espeso humo llegase rápidamente a la segunda planta, de la que los estudiantes de la academia no pudieron huir porque se habían instalado barrotes y carteles publicitarios.
El informe no solo apunta a las causas del incendio y las circunstancias que se tradujeron en un mayor número de víctimas, sino también en “la negligencia de las autoridades locales a la hora de cumplir con sus deberes de supervisión y gestión”.
Entre los diez detenidos se encuentran las personas a cargo de la academia y de la construcción de la cámara de frío.