Aunque calificó de “irreprochable” la respuesta de su país, Zhao Lijian reconoció que hubo “retrasos” y “omisiones” en los registros de muertos, poco después de que la ciudad de Wuhan revisara al alza el número de fallecidos. (Foto: Reuters)
Aunque calificó de “irreprochable” la respuesta de su país, Zhao Lijian reconoció que hubo “retrasos” y “omisiones” en los registros de muertos, poco después de que la ciudad de Wuhan revisara al alza el número de fallecidos. (Foto: Reuters)

China desmintió haber ocultado el número de víctimas de coronavirus tras haber revisado sus cifras al alza, mientras que países como Alemania inyectaban esperanza al anunciar que han logrado contener la propagación de la pandemia.

Nunca hemos ocultado nada y nunca autorizaremos ninguna ocultación”, aseguró un portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian.

Aunque calificó de “irreprochable” la respuesta de su país, Lijian reconoció que hubo “retrasos” y “omisiones” en los registros de muertos, poco después de que la ciudad de Wuhan revisara al alza el número de fallecidos.

La ciudad del centro de China donde se originó el virus anunció 1,290 muertos más y explicó que en algunos pacientes murieron en casa y no fueron contabilizados.

Con estas nuevas cifras, el saldo total de fallecimientos se situaría en 4,632 decesos en este país de casi 1,400 millones de habitantes.

Preguntas

Hasta ahora se cree que el coronavirus apareció en un mercado al aire libre de Wuhan donde se vendían vivos ciertos animales de especies raras. El nuevo coronavirus sería de origen animal, parecido a un patógeno presente en los murciélagos, habría pasado al hombre y mutado.

Pero la prensa estadounidense abrió una nueva hipótesis. Según el Washington Post, la embajada de Estados Unidos en Pekín alertó hace dos años sobre las escasas medidas de seguridad de un laboratorio que estudiaba los coronavirus de los murciélagos.

En Reino Unido, el ministro de Relaciones Exteriores Doming Raab declaró que Pekín debería responder a "preguntas difíciles" sobre la aparición del virus.

La administración estadounidense, que acusa desde hace semanas al régimen comunista de haber "ocultado" la gravedad de la epidemia, anunció que había lanzado una "investigación exhaustiva".

El presidente francés Emmanuel Macron puso en entredicho el jueves la falta de transparencia de Pekín. "Aparentemente [hay] cosas que sucedieron que no sabemos", declaró al diario británico Financial Times, poniendo igualmente en duda el balance de China.

El mandatario francés y su homólogo ruso, Vladimir Putin, discutieron por teléfono sobre la posibilidad de celebrar una videoconferencia entre los líderes de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, dividido desde hace semanas ante la pandemia.

Desde diciembre, el nuevo coronavirus ha matado a más de 145,000 personas e infectado a más de 2 millones de personas en el mundo, confinado a más de la mitad de la humanidad y dejado en desempleo parcial a decenas de millones de trabajadores, de ellos 22 millones en Estados Unidos.

“Bajo control” en Alemania

Este viernes, China anunció que su PBI retrocedió 6.8% en ritmo anual en el primer trimestre del año. El gigante asiático no ha experimentado una contracción de su PBI anual desde 1976.

En Estados Unidos, la economía sufrirá un proceso similar. Para evitarlo el presidente Trump estimó el jueves que los Estados que estén menos afectados pueden retomar sus actividades económicas "mañana", incluso antes de la fecha mencionada del 1 de mayo.

Su anuncio provocó una euforia en los mercados bursátiles asiáticos y europeos este viernes.

En Japón cada residente recibirá 850 euros (US$ 930) como medida para contener el descalabro de la tercera mayor economía mundial, anunció el viernes el primer ministro Shinzo Abe.

En Europa, donde el mercado automovilísitco se desplomó 55.1% en marzo, los dirigentes se debaten entre las exigencias sanitarias y la necesidad de minimizar su coste financiero.

Países como España e Italia están empezando a levantar las restricciones de movimiento, y decidiendo qué medidas de seguridad deberán aplicarse para evitar un rebrote mortal.

Por su parte, Alemania, primera economía europea, aseguró el viernes que la epidemia está "bajo control y es manejable".

Según datos oficiales, el ratio de infección persona a persona cayó a 0.7%, es decir, que el virus no se transmite en estos momentos de persona a persona, lo que abre las puertas a relajar el confinamiento.

El país abrirá el próximo lunes los comercios de menos de 800 metros cuadrados y algunas escuelas comenzarán a funcionar a partir del 4 de mayo.

El desconfinamiento también está en camino en Dinamarca, que reabrió sus escuelas el miércoles, así como en Austria que quiere abrir algunas de sus tiendas no esenciales o en Suiza que anunció una salida "lenta" y "progresiva" a partir del 27 de abril.

Un movimiento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) "observa con prudencia".

Los expertos advierten que el margen de apertura es muy estrecho. "No pasaremos del negro al blanco, sino del negro al gris oscuro", explicó el doctor francés Jean-François Delfraissy, principal asesor del gobierno.

Tras haber controlado en un primer momento la epidemia, Singapur registra ahora una segunda ola de infecciones, obligando esta vez al gobierno a tomar medidas más severas, entre las cuales destaca el cierre de la mayoría de lugares de trabajo.

"Probablemente, durante un largo periodo, haya que liberar un poco, volver a limitar, liberar, limitar", prevé Delfraissy.

Para el fin paulatino del confinamiento serán esenciales las pruebas masivas de diagnóstico.

Pero además de China, otros países como España aún deben poner a punto su sistema de conteo.

España corrigió su cifra de fallecidos a causa de discrepancias regionales, y la situó este viernes en 19,478.

El viernes Reino Unido registró 847 nuevas muertes, con 14,576 fallecidos en total y 108,692 contagiados. El gobierno decidió el jueves prolongar el confinamiento "por al menos tres semanas".

En Rusia se registraron el viernes 32,008 casos, y el presidente Putin advirtió que el país corre "riesgos muy elevados". Su gobierno decidió autorizar el tratamiento con hidroxicloroquina, cuya eficacia es objeto de debate mundial.

Década perdida en América Latina

En América Latina, la pandemia ya ha provocado más de 4,000 muertos y 85,000 contagios.

La situación es especialmente grave en Brasil, donde se registran 1,924 muertes, aunque el número real de contagios podría ser 15 veces mayor, según investigadores.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, destituyó el jueves a su popular ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, defensor de las medidas de aislamiento social.

En Ecuador, otro de los países más afectados de la región, con 7,900 infectados y casi 400 fallecidos, el presidente, Lenín Moreno reconoció que su país no estuvo preparado para esta emergencia.

Los augurios sobre el impacto del coronavirus en la economía de Latinoamérica no son nada optimistas. La pandemia puede provocar otra “década perdida”, entre el 2015-2025, advirtió el jueves Alejandro Werner, director del Hemisferio Occidental en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

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