Las proyecciones de la ONU para China señalan que perderá este mes el título de país más poblado de la Tierra en favor de la India, un hecho que ha sido recibido con frialdad en el gigante asiático, que ya vio su población caer el año pasado por primera vez en 60 años.
La población de la India alcanzará antes de mayo 1′425,775,850 de habitantes, lo que certificará su posición como país más populoso, indicó este lunes el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, que confirmó lo avanzado la semana pasada por el Fondo de Población del mismo organismo, que predijo que la población india superará este año en 2.9 millones a la china.
Descenso en 2022
En 2022, China experimentó un descenso oficial de 850,000 habitantes y que cerró el año con 1,411.75 millones, en contraste con los 1,412.6 millones registrados a finales de 2021.
La última ocasión en la que China sufrió una contracción poblacional fue en 1961, cuando perdió unos 7 millones de habitantes en el marco de la hambruna provocada por la fallida campaña de industrialización conocida como Gran Salto Adelante.
El crecimiento negativo ya había sido vaticinado en 2022 por las autoridades, que lo esperaban “antes de 2025″, aunque, ya en 2021, casi la mitad de las administraciones de nivel provincial chinas registraron más defunciones que nacimientos.
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“Lo importante es el talento”
La Cancillería china quitó recientemente hierro al adelantamiento indio y aseguró que, a la hora de juzgar el “dividendo demográfico” de un país, hay que observar “no solo el tamaño de la población”, sino “también su calidad”.
El portavoz de la Cancillería Wang Wenbin indicó que “el tamaño importa” pero que la clave está en “los recursos de talento”, al tiempo que apuntaba que “casi 900 millones de los 1,400 millones de chinos están en edad laboral y han recibido un promedio de 10.9 años de educación”.
Debate en redes
El bajo perfil mantenido por las autoridades y por los medios oficiales contrasta con la atención que recibió el tema en las redes sociales chinas, donde muchos internautas expresaban su alivio de ceder el título al vecino: “Es una posición que ningún país desea”, declaraba un usuario de la red Weibo, donde muchos equiparaban una gran población con pobreza y con una excesiva competición por los recursos.
“Felicitemos a la India y preocupémonos de nuestros propios problemas”, zanjaba un comentarista de Weibo.
Sin embargo, el experto del Instituto de Estudios Internacionales de Shanghái Liu Zongyi declaró a medios locales que India es “beneficiaria” del contexto geopolítico y de los “ajustes de las cadenas industriales de suministro”, lo que podría “acelerar su desarrollo económico”, aunque advirtió de que Nueva Delhi necesita más puestos de trabajo para evitar que su “dividendo demográfico se convierta en un desastre demográfico”.
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Años de baja fertilidad
Las tendencias demográficas de las dos potencias han seguido trayectorias diferentes en las últimas décadas: pese a que en 1971 ambos países tenían una tasa similar de fecundidad (entre 5 y 6 hijos por mujer), China la rebajó a 3 hijos por mujer en solo siete años, algo que a India le llevó tres décadas y media.
Asimismo, la tasa de fertilidad china cayó por debajo del nivel de reemplazo de 2.1 hijos por mujer en 1992, en plena vigencia de la política de hijo único y casi 20 años antes de que la de India descendiese más allá de ese umbral.
Pese a que China, donde la fertilidad cayó a 1.3 en 2020, permite desde ese mismo año tener un tercer hijo, la carga económica que supone y la prioridad que muchas mujeres dan a su carrera laboral hacen que muchos continúen siendo reacios a reproducirse y que sigan posponiendo la edad de contraer matrimonio, tendencia que se intensificará próximamente, predijo recientemente la Comisión Nacional de Sanidad.
Políticas de apoyo
En el XX Congreso del Partido Comunista Chino, celebrado en 2022, el partido gobernante enfatizó que el país necesita un sistema que “aumente las tasas de natalidad y reduzca los costos del embarazo, el parto, la escolarización y la crianza”.
Las autoridades nacionales y locales han implementado iniciativas como la apertura de bases de datos de solteros para emparejar a jóvenes, la retirada de trabas para que mujeres solteras tengan hijos o la inclusión de servicios de fertilidad asistida en el seguro médico.
Pekín también se prepara para una sociedad envejecida ante la cada vez mayor proporción que los mayores de 60 años representarán en la población -más del 30 % en 2035-, para lo cual ha anunciado recientemente medidas como la apertura de una universidad para mayores para “promover la formación permanente”.
Fuente: EFE