La agroindustria brasileña tiene un enorme potencial sin explotar para proyectos de biogás a gran escala, con una variedad de oportunidades para monetizar el combustible renovable mediante el uso en sus propias operaciones o la venta a terceros, dijeron el jueves ejecutivos del sector.
En un evento organizado por BTG Pactual, el director ejecutivo del grupo Urca Energia, Marcel Jorand, dijo que podía ver el crecimiento de los proyectos de combustible verde producido a partir de materias primas de la agroindustria, un segmento que aporta sólo el 20% del volumen de biometano en el país.
“Creo que (...) la fiesta acaba de empezar, lo bueno está por venir, y eso viene del agronegocio”, dijo Jorand durante el evento, citando datos de la asociación Abiogás, que estima que el 90% del potencial de biogás de Brasil está asociado al agronegocio.
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El biogás es un combustible renovable obtenido a partir de residuos orgánicos urbanos, como los depositados en vertederos, y agrícolas. Sus principales usos son la generación de electricidad y la conversión en biometano, un sustituto renovable del gas natural.
Según Jorand, Urca Energia “nació” con un proyecto para tratar los residuos de la cría de cerdos en Mato Grosso y busca desarrollar nuevas empresas para ayudar a los productores a tratar sus residuos adecuadamente y crear ingresos adicionales.
“Aunque después nos hayamos orientado más hacia los vertederos, queremos volver al lugar donde nacimos, que es la agricultura”, dijo el ejecutivo.
Adecoagro también está invirtiendo para aumentar su producción de biogás en una planta de Minas Gerais, donde la empresa tiene un proyecto piloto que utiliza vinaza de caña de azúcar “in natura” para generar combustible renovable, dijo el vicepresidente Renato Pereira.
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“Hoy utilizamos un 3% sólo de vinaza, y ahora tenemos un proyecto bien diseñado para aumentarlo y pasar de los 6.000 metros cúbicos normales a 110,000 metros cúbicos diarios en los próximos tres o cuatro años”.
La empresa ya alimenta algunos de sus vehículos con biometano -combustible renovable obtenido tras procesar biogás y equivalente al gas natural- y podría ampliarlo en el futuro.
“El reto es la aparición de nuevos vehículos propulsados por biometano, hoy tenemos muchas cosechadoras en el campo, tractores, que aún no tienen motores de biometano”.
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Para el presidente ejecutivo de UISA, José Fernando Mazuca, el mayor reto actual para estimular el mercado del biogás y el biometano en Brasil sigue siendo monetizar el “atributo verde” de los productos.
Otros ejecutivos también apuntaron a la posibilidad de crear un “crédito metano”, que, según ellos, tiene valores mucho más altos que los créditos de carbono en algunos mercados.
“Lo que tenemos que demostrarles (a los grandes grupos multinacionales) es que no competimos con el gasóleo y la gasolina, (el biometano) es una solución medioambiental, evita la huella y resuelve su problema”, dijo Jorand, de Urca Energía.
Fuente: Reuters
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