El primer ministro británico, Boris Johnson, acusó ea Rusia de querer “desacreditar” a Kiev para justificar una invasión, después de que una escuela infantil fuera alcanzada por un obús en el este de Ucrania, escenario de un conflicto con separatistas prorrusos.
“Una escuela infantil fue bombardeada en una operación concebida para desacreditar a los ucranianos, concebida como un pretexto, una provocación falaciosa que justifique una acción rusa”, afirmó Johnson durante una visita a una base militar en Inglaterra.
Enfrentados desde hace ocho años en el este del país, el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos se acusan mutuamente de bombardeos en esa zona.
Anteriormente, la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, de viaje el jueves a Kiev, ya había acusado a Rusia de “fabricar pretextos para una invasión de Ucrania”.
La canciller dijo también estar “muy preocupada por las informaciones de hoy (jueves) que muestran un refuerzo de la agresión rusa: más de 7,000 tropas adicionales en la frontera y un ataque a una escuela infantil”.
En un comunicado publicado en Facebook, el ejército ucraniano acusó a los combatientes separatistas de atacar “con especial cinismo” la localidad de Stanitsa Luganska, incluida una escuela de pequeña infancia.
Por su parte, las autoridades de la región separatista de Lugansk, citadas por la agencia de noticias rusa Interfax, anunciaron que “la situación en el frente se ha deteriorado en las últimas 24 horas”.
Rusia, que ha concentrado más de 130,000 soldados en las fronteras del país, expresó su “profunda preocupación”. Moscú afirma desde el martes que está retirando parcialmente sus tropas de la frontera ucraniana, pero los países occidentales han desmentido estas afirmaciones al unísono.