El presidente electo de Chile Gabriel Boric dijo estar consciente de los “tremendos desafíos” que enfrentará su gobierno, reafirmó que conducirá reformas “paso a paso” para resguardar la economía y que espera anunciar a su gabinete antes de un mes.
Elegido en una jornada de participación histórica con un triunfo celebrado ampliamente por la izquierda chilena y latinoamericana, Boric se reunió la tarde del lunes en el palacio de La Moneda con el presidente Sebastián Piñera, a quien sucederá en el cargo a partir del 11 de marzo.
“Hoy día estamos más conscientes de los tremendos desafíos que vamos a tener que abordar”, afirmó Boric al término de una reunión para coordinar el traspaso de poder, insistiendo en que su futuro gobierno tendrá “un compromiso con la convergencia fiscal”.
“Esto es algo que conversamos con nuestro equipo asesor académico económico, es algo que yo mantengo, no fue una estrategia meramente electoral, sino que es una convicción. Chile requiere tener cuentas claras, una macroeconomía ordenada porque o si no las reformas que se puedan hacer, se termina retrocediendo”, insistió.
Consultado sobre los nombres que baraja para su futuro gabinete, Boric indicó que Piñera había nombrado a su equipo de trabajo cerca de un mes después de su elección y que esperaba “no superar ese plazo”.
“No tenemos en este momento nombres que pueda hacer públicos. Haremos todo lo posible para que los procesos sean rápidos”, dijo el mandatario electo.
Miles de personas celebraron en la calle hasta primeras horas del lunes la rotunda victoria de Boric, de 35 años, que se convertirá en el presidente elegido más joven de la historia del país. Cumplirá 36 años en febrero.
El exdirigente estudiantil que protagonizó una ola de protestas juveniles hace una década y lidera una coalición de partidos de izquierda, que se ha comprometido a reformar el modelo económico chileno, derrotó con firmeza al rival conservador José Antonio Kast, quien rápidamente reconoció su derrota con los primeros conteos oficiales.
La campaña que precedió a los comicios fue la más polarizada en el mayor productor mundial de cobre en tres décadas, desde la caída de la dictadura de Augusto Pinochet, pero finalmente el legislador respaldado por una alianza que incluye al Partido Comunista se impuso con el 55.85% de los votos.
La victoria marcó otro avance para la izquierda latinoamericana y reforzó esta tendencia en la región, donde la pobreza azuzada por la pandemia de coronavirus ha hecho que los electores se inclinen hacia los líderes que promuevan Estados de mayor tamaño y más gasto social.
“Tengo mucha fe en la juventud”
El ascenso de Boric -y la polarización de la campaña- había sacudido los mercados en Chile y levantado alertas en la vital industria minera, preocupadas por la retórica sobre terminar con el modelo económico neoliberal de fuerte apertura a los mercados internacionales, impulsar un alza de impuestos y endurecer la regulación ambiental.
En su discurso de victoria del domingo se refirió a los derechos indígenas, igualdad de género y protección del medio ambiente, prometiendo también ampliar los derechos sociales, pero hacerlo con “responsabilidad fiscal”.
Apuntó, sin embargo, a proyectos mineros que amenazan el medio ambiente.
Los mercados cayeron el lunes en la primera jornada tras el balotaje y Boric dijo que analizaban ese tipo de movimientos.