El presidente de Chile, Gabriel Boric, inauguró hoy en la ciudad china de Chengdu la Chile Week, que pretende consolidar la relación comercial de su país con China y potenciar la economía chilena a través del diálogo y acuerdos.
“Nos interesa que nuestra relación con este gigante tan importante en la configuración del escenario del siglo XXI no se limite solo al intercambio comercial y lo económico sino que también avancemos en mayor cooperación científica y tecnológica”, indicó Boric en declaraciones a la prensa al inicio de su viaje.
La plataforma comercial, que junto con Chendu incluirá actividades en Pekín, Shanghái y el polo industrial de Shenzhen, englobará reuniones de alto nivel, ruedas de negocios y visitas técnicas a compañías líderes en diversos sectores, seminarios para fomentar el diálogo tanto empresarial como entre representantes de los gobiernos, la cultura y el mundo académico.
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“Chile es mucho más que un vendedor de materias primas. Tenemos conocimiento, capital humano, cultura y queremos que el mundo lo conozca también”, manifestó el gobernante.
Además, destacó que “ser un país desarrollado no es solo en términos económicos, sino culturales y de justicia social y esa es la mirada que venimos a contarle a las autoridades y al pueblo de China”.
Chile y China, que establecieron relaciones diplomáticas en 1970, cuentan con un tratado de libre comercio vigente desde 2006 y actualizado en 2019 y una balanza comercial favorable al país latinoamericano que sumó en 2022 intercambios por valor de US$ 65,000 millones, de los que las exportaciones supusieron US$ 39,176 millones.
China es el primer socio comercial de Chile, mientras el país austral es el tercero para China en Latinoamérica, por detrás de Brasil y Argentina.
Boric destacó que el crecimiento promedio anual entre 2017 y 2022 fue del 14% ,con “perspectiva de que crezca más abriendo nuevos nichos de negocios para las empresas en China y estableciendo alianzas en materia de infraestructuras”.
Entre las principales exportaciones chilenas al mercado chino figuran los minerales de cobre y sus concentrados, el carbonato de litio y las cerezas.
El presidente subrayó la “decidida aspiración de Chile de posicionarse como potencia alimentaria y penetrar en nichos de consumo masivo”, así como de ampliar la llegada y participación de las pequeñas y medianas empresas de su país a “a este importante mercado”.
Otros de los objetivos del viaje que mencionó fueron la apertura de Chile al turismo chino y la profundización de la relación en el sector del litio, en el que defendió que “el Estado tiene que tener un rol fundamental” al ser una “industria clave para la transición energética verde del mundo”.
El canciller chileno, Alberto van Klaveren, indicó que Chile no ha tenido “necesidad de dar certezas porque en China existe la impresión de que Chile presenta un ambiente estable y resiliente desde punto de vista de las inversiones” y “no hay dudas de la solidez de la economía ni de la institucionalidad chilenas”.
Durante su estancia en la ciudad central, Boric se reunió también con el secretario provincial del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Xiaohui, la máxima autoridad de Sichuan, Huang Qiang, dictó una clase magistral en la Universidad de Sichuan y visitó el Centro Tecnológico de Innovación Agrícola y el Museo del Litio.
Antes de la inauguración de la Chile Week, el gobernante manifestó a la prensa que eligió iniciar esta visita a China en Sichuan, que tiene más de 80 millones de habitantes, porque “tenemos mucho en común, en particular la producción agrícola y el desarrollo de la industria minera”.
Está previsto que el mandatario llegue a Pekín, donde participará en el Foro de las Nuevas Rutas de la Seda, la principal iniciativa económica internacional de China para consolidar su influencia a través de la vertebración y las infraestructuras, y que este año cumple una década.
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