El banco central de Argentina no está ofreciendo opciones de venta, conocidas como puts en jerga financiera, por los bonos en pesos que el Gobierno está vendiendo esta semana en un canje de deuda récord, una medida que ha desalentado a los bancos privados de participar en la operación, según dos fuentes con conocimiento directo.
La decisión de no incluir puts —compromisos de recomprar los bonos si caen por debajo de un precio determinado— es clave porque son una de las principales herramientas para tentar a los bancos a canjear bonos en moneda local que vencen este año por nuevos instrumentos con vencimiento entre 2025 y 2028, explicaron las fuentes citadas.
Mientras que el Tesoro de Argentina realiza el canje, el banco central supervisa los puts, e informó el lunes a los ejecutivos bancarios que este instrumento no se ofrecerá durante la subasta. Los términos completos se darán a conocer el martes.
La oficina de prensa del Ministerio de Economía no respondió a una solicitud de comentarios sobre los puts.
Argentina inició el lunes un canje de deuda en pesos récord en un intento por refinanciar casi todos sus vencimientos de 2024 durante los próximos cuatro años, lo que proporcionaría un respiro temporal al Gobierno del presidente Javier Milei. La misma noche del lunes, en una medida sorpresiva, el banco central recortó su tasa de interés de referencia del 100% al 80%, mientras la inflación mensual se enfría y el peso se fortalece frente al dólar en los mercados paralelos.
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El Ministerio de Economía publicó el viernes pasado una lista de los bonos que pretende recomprar y vender, e informó que recibirá ofertas de inversores hasta este martes a las 3 p.m. hora local (2 p.m. ET). El canje podría ascender a 55,000 millones de pesos (US$ 65,000 millones), según Juan Manuel Truffa, socio y director de la consultora local Outlier.
Los puts se han utilizado en el país durante años para aumentar el atractivo de los bonos en las subastas programadas periódicamente. A finales de febrero, habían aumentado a 16.3 billones de pesos, 11,300 millones de pesos más que cuando Milei asumió el cargo hace tres meses, según estimaciones de la corredora local PPI.
Sin embargo, el fuerte aumento de los puts ha preocupado a algunos inversores, que estiman que la condición de los contratos de bonos podría alimentar la inflación si las opciones se canjean por efectivo, lo que obligaría al banco central a imprimir dinero. Este instrumento ha permitido al ministro de Economía, Luis Caputo, no solo refinanciar toda la deuda que vence, sino también vender nuevos títulos para financiar el gasto.
Más del 70% de las tenencias de bonos del Tesoro en pesos incluidos en el canje de deuda están en manos del sector público, que incluye al banco central, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y el Banco Nación, según estimaciones de la consultora 1816 Economía & Estrategia.
“Podría asumirse un piso de aceptación del canje en torno a estos valores de aproximadamente el 65%”, dijo en X Ariel Sbdar, director ejecutivo de la corredora local Cocos Capital.
Recorte inesperado
El banco central de Argentina recortó inesperadamente su tasa de interés de referencia del 100% al 80%, dado que los encargados de la política monetaria observan un enfriamiento de la inflación mensual, mientras el peso continúa fortaleciéndose frente al dólar en los mercados paralelos.
A pesar de que la inflación anual supera el 250%, la autoridad monetaria citó el lunes por la noche una serie de factores para explicar el recorte, incluida su constante reconstrucción de las reservas.
La agencia de estadísticas de Argentina publicará las cifras de inflación de febrero el martes. Los economistas encuestados por Bloomberg esperan que los aumentos de precios al consumidor lleguen al 15% mensual, lo que continuaría con el enfriamiento frente al 21% de enero y el 26% de diciembre. Sin embargo, es probable que la inflación registre un incremento anual de más del 280%.
El cambio en la política monetaria también se produce cuando el Gobierno se encuentra en medio de un canje de deuda récord en pesos, en un intento por canjear hasta 55 billones de pesos (US$ 65,000 millones) en letras del Tesoro con vencimiento este año por letras con vencimiento entre 2025 y 2028.
La medida acomodaticia contrasta con la orientación entregada en febrero por el Fondo Monetario Internacional —en su revisión más reciente del programa de US$ 44,000 millones de Argentina— donde el personal técnico escribió que, hacia el futuro, las autoridades acordaron que sería necesario endurecer la postura de la política monetaria para respaldar la demanda de dinero y la desinflación.
En términos más generales, los funcionarios del FMI han insistido durante mucho tiempo en que Argentina mantenga las tasas de interés por encima de la inflación para incentivar el ahorro en pesos y enfriar los precios.
Tras un recorte similar en diciembre, junto con una devaluación monetaria del 54%, muchos argentinos retiraron dinero de los depósitos en pesos a 30 días y lo transfirieron a sus cuentas bancarias para gastar o dolarizar.
Las autoridades monetarias de Buenos Aires señalaron el lunes que, si bien las tasas están bajando, la cantidad de dinero en circulación (o la base monetaria) ha disminuido un 17% en términos ajustados a la inflación desde que Milei asumió el cargo. Mantener un estricto control de la base monetaria ha ayudado hasta ahora a enfriar los precios mensualmente.
Si bien la inflación mensual continúa enfriándose y el tipo de cambio paralelo se fortalece, la contrapartida es una pronunciada recesión este año. Las medidas de austeridad de Milei acabaron con el gasto en seguridad social y los salarios ajustados a la inflación, o salarios reales, que están en su nivel más bajo desde 2003.
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