Banco Central Europeo. (Foto: EFE)
Banco Central Europeo. (Foto: EFE)

Ante la inminencia de una recesión, los líderes europeos están preparando una serie de exenciones tributarias, apoyo financiero a compañías y probables medidas de los bancos centrales con esperanzas de prevenir que la epidemia de coronavirus cause daños duraderos a las economías.

Han aumentado las expectativas de que los funcionarios del (BCE) anunciarán más estímulo monetario cuando se reúnan el jueves, luego que el actuó el miércoles y la de Estados Unidos lo hizo la semana pasada.

La planea establecer un fondo de inversión de 25,000 millones de euros (US$ 28,000 millones) para respaldar el sistema de salud pública, los negocios y el mercado laboral. El gobierno italiano ofrece un paquete de ayuda de magnitud similar.

Pero esas medidas van a ser casi seguramente más control de daños que cura.

Los estímulos monetarios y los gastos gubernamentales pueden alentar la demanda de bienes. Pero el coronavirus asesta sus golpes contra el lado de suministros al cerrar negocios y hacer que la gente se quede en casa, algo resaltado por la decisión de Italia esta semana de limitar viajes y congregaciones públicas en el país. Bajas tasas de interés y recortes de impuestos no pueden resolver ese problema.

Mientras tanto, las acciones para ayudar a los 19 países de la zona del euro enfrentan restricciones por la ausencia de un tesoro central, un obstáculo que no enfrentan otras economías grandes, como Estados Unidos y China.

“El mundo enfrenta una emergencia médica que las políticas monetarias y fiscales no pueden resolver”, dijo Holger Schmieding, principal economista del banco privado Berenberg.

Lo mejor que los autores de políticas pueden hacer por la economía es prevenir que el virus cause daños prolongados una vez acabe el brote, para impedir que las compañías medianas y pequeñas que proveen la mayoría de los empleos quiebren debido a problemas a corto plazo que no pueden controlar.

Entre las más afectadas están las compañías involucradas en viajes. Se espera que el número de personas que pasan por los aeropuertos europeos caiga por 187 millones este año, lo que afectará hoteles, restaurantes, servicios de taxis y aerolíneas. Lufthansa eliminará la mitad de sus vuelos a partir de abril. Ryanair suspendió sus vuelos a Italia. Los centros de exhibición están sufriendo la cancelación y aplazamiento de ferias comerciales y muchos partidos de fútbol se están realizando en estadios vacíos.